La Nave Circo sufrió importantes pérdidas materiales durante el último temporal que azotó a la ciudad a fines del año pasado. Por eso, solicitan la colaboración de la comunidad para poder seguir funcionando como sitio artístico y de transformación social.

La Asociación Civil La Nave Circo, que trabaja desde hace más de 10 años de forma autogestiva en Rondeau al 900, es un espacio cultural abierto a todos los vecinos y vecinas. Con base territorial en el Barrio Noroeste, no solo es un espacio de contención de diversas problemáticas de vulnerabilidad social, sino que también protege parte del patrimonio histórico cultural ferroviario.

“La Nave son dos galpones ferroviarios contiguos. Los principales daños ocurrieron en el segundo galpón, porque se voló casi todo el techo. Allí habíamos instalado una estructura de entrenamiento fija y estábamos armando un camarín, porque iba a ser dividido: una parte para funciones y otra para entrenamiento y actividades circenses. Estábamos por inaugurarlo”, comenzó la presidenta de la Asociación Civil La Nave Espacio Cultural Circense, Melina Orazi.

La voladura de ese techo, repercutió en el primer galpón que es donde se desarrollaban las actividades hasta el día del tornado. “Ahí quedaron muchas chapas flojas. No se despegó del todo. Nos estuvieron visitando personas del Colegio de Ingenieros y techistas, y estamos a la espera de presupuestos para poder volver a las actividades, cuestión que urge porque son una fuente laboral para los talleristas”, contó.

Distintas propuestas artísticas y culturales de La Nave

Jonathan Escudero y Damián Velozo crearon el espacio que cuenta con la colaboración activa de la profesora de Artes Plásticas, Romina Verdinelli. Allí, se trabajan muchas cuestiones vinculadas con la educación y el circo social, aunque también hay talleres de otras disciplinas.

“Hacemos mucho trabajo de vinculación, en red, con instituciones educativas formales, desde jardín de infantes hasta la universidad. Por ejemplo, vienen chicos que estudian Educación Física a hacer prácticas o a evaluar las clases. Siempre tratamos de mantener esos lazos”, detalló, en diálogo con El Digital de Bahía.

Asimismo, les importa la preservación del patrimonio histórico que representan dichos galpones. “Gracias al trabajo que se realiza, es el único galpón que se mantiene en pie. Creo que es muy importante tratar de preservar esto por lo que representa como edificio de patrimonio histórico y cultural.  La idea es que sea un patrimonio vivo donde a partir del arte y la cultura, la comunidad tenga acceso a ‘La Nave’”, dijo.

Por otro lado, han presentado proyectos que fueron reconocidos en el Fondo Nacional de las Artes; y, por ejemplo, la varieté del espacio, que coincide con el festejo del aniversario, tiene reconocimiento como evento permanente desde el Instituto Cultural.  “Además, hemos presentado algunos trabajos en la revista española sobre arte circense y circo, Zirkólika, y en 2019 hubo un Congreso de Educación Artística, en la Universidad de Rosario, donde expusimos nuestra experiencia en cuanto al uso de las artes en educación”, valoró.

Y, siguiendo esa línea, finalizó: “El año pasado, Jonathan Escudero presentó un proyecto, como gestor responsable del mismo, en el ministerio de Cultura de la Nación, y ganó la convocatoria del Gestionar Futuro 2023. Como la propuesta consistía en vincular al arte circense con el ambiente, próximamente, brindaremos una función en Punta Alta, para tratar la temática puntual de la invasión de la ostra”.

Los y las interesadas en colaborar con la Asociación Civil La Nave Espacio Cultural Circense, Matrícula N° 44369, pueden hacerlo al Alias: NAVE.CIRCO o al CBU: 0140305101622906022682. Más información en el Facebook o Instagram.