Una coproducción peruano-argentina que brilló en la programación de la novena edición del FECILBBA. 

En su ópera prima los directores argentinos Tomas Saralegui y Luz de la Fuente Bordalecu, responden a la pregunta del título -en lengua quechua y castellana- con el reflejo de los primeros años de un niño y su joven madre en una pequeña comunidad de Cusco, cuyo rodaje les llevó cuatro años porque pusieron el foco en el crecimiento de Lhiam Ignacio -o Nachito cómo lo llama la abuela- y en lo que va sucediendo a los adultos a su alrededor.

Un documental de observación al que le va un poco estrecha la etiqueta, porque se basa en el guion de la propia Leonor Sthefany Huanca lo que supone cierta ficcionalización y por su propuesta sensorial dominada por los colores de la ropa tradicional, los paisajes y la naturaleza de las alturas cusqueñas. 

Los protagonistas son la madre, el niñito y la abuela y el conflicto lo marca la ausencia del padre que trabaja en Lima, ya que si consigue una casa en la ciudad Sthefany tendría mudarse con el niño y abandonar lo que se nos presenta como una Arcadia andina. 

El presente chiquito y feliz o el futuro más grande pero incierto, donde la identidad y los vínculos se diluyen en la contemporaneidad globalizada. 

Una experiencia visual de apenas sesenta minutos y la ternura de los  personajes, amenazados por un desarraigo demasiado común en Latinoamérica, que sólo ha circulado en festivales desde su estreno en 2018 en el de La Habana.

Ficha técnica. Dirección: Tomas Saralegui, María Luz de la Fuente Bordalecu. Guion: Leonor Sthefany Huanca. Fotografía: Tomás Saralegui. Origen: Perú, Argentina, 2018