Cassandra era una aventajada estudiante de medicina y una joven prometedora – titulo original en inglés-, hasta que el suicidio de su mejor amiga lo cambió todo. 

Dejó de estudiar y comenzó una doble vida trabajando en una cafetería durante el día y como vengadora por la noche, cuando trata de escarmentar a hombres abusivos como los que definieron el trágico final de Nina, aunque el reencuentro con Ryan parece poner una débil esperanza en su horizonte.  

Tal la trama de Hermosa venganza, debut como realizadora de la actriz y productora Emerald Fennell, que eligió un tema duro como la violación y sus consecuencias en la víctima y su entorno y lo reflejó con un tono narrativo y una estética tan desafiantes como los de la protagonista, impecablemente interpretada por la actriz británica Carey Mulligan. 

El resultado es una comedia negrísima envuelta en colores vivos y música pop, porque es lo que Cassie – el nombre remite al mito griego – prefiere mostrar, mientras oculta su drama. 

Hay bastante de Tarantino – en particular el de Kill Bill (2003)- en el desarrollo, hasta que irrumpe la violencia realista y directa del clímax, aunque se retome el colorido cinismo previo en el desenlace.  

Desde el punto de vista estrictamente cinematográfico cabe dudar si el desconcertante cambio de registro de la secuencia  arruina el conjunto o es un acierto de autoría, porque si el objetivo de Fennell era incentivar la polémica está cumplidísimo. 

Para saber si eso será un rasgo de estilo habrá que seguir su filmografía futura, asegurada por muchos premios y varias nominaciones al Oscar, incluida la de mejor film del año.  

Ficha técnica Dirección y guión: Emerald Fennell. Música: Anthony Willis. Fotografía: Benjamin Kracun. Intérpretes: Carey Mulligan, Bo Burnham, Alfred Molina, Alison Brie. Origen: USA, UK- 2020.