Arthur Fleck – Joaquín Phoenix- sueña con ser un gran comediante, pero la ciudad violenta en que vive, sus problemas mentales, su madre enferma, la incomodidad que sienten los demás en su presencia y la risa patológica que lo toma por sorpresa y lo ahoga se lo dificultan. 

Eso lo angustia, hasta que consigue un arma y comienza a cambiar.

En apariencia un drama psicológico como tantos, pero el director Todd Phillips y su coguionista Scott Silver lo encuadran en Ciudad Gótica y se convierte en la historia de origen del Joker y parte del Universo DC. 

Tangencialmente, porque este Guasón –la distribución latinoamericana falla al elegir ese título que remite a la serie pop Batman (1966/68) – no pretende ser un tanque de superhéroes y sólo usa ese encuadre para reflejar la soledad y la locura de un hombre. 

Un abordaje inteligente, ambientado a principio de la década del ochenta –labor impecable de la directora artística Laura Ballinger- e inspirado  o deudor de la filmografía de Martin Scorsese, en particular de Malas Calles (1973);  Taxi Driver (1976)  y El Rey de la Comedia (1982) que pintaban situaciones similares en la New York de esa época.

Y el protagónico de Phoenix, que se repite en este tipo de personajes torturados,  pero los agiganta con su entrega y transmite todo el dolor y la bronca de Arthur primero y el Joker después. 

No es un film redondo – le sobran varios minutos y las explicaciones en la escena del show final-, pero prueba que se puede lograr un resultado revulsivo y asombroso con el material más trillado y ganar el premio mayor del reciente Festival de Venecia, que seguramente no será el último.  

Guasón / Joker.  Dirección: Todd Phillips. Guion: Todd Phillips, Scott Silver. Fotografía: Lawrence Sher. Música: Hildur Guðnadóttir. Intérpretes: Joaquin Phoenix, Robert De Niro, Zazie Beetz, Frances Conroy, Brett Cullen.  Origen: USA, Canadá- 2019. Calificación: Sólo apto para mayores de 16 años, con reservas.