Chernobyl obtuvo una decena de estatuillas aladas en la  71ª edición de los Emmy. 

Desde 1949, la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión de Estados Unidos entrega sus Premios Emmy a la producción televisiva vernácula, aunque con los años y los cambios tecnológicos los ha extendido a materiales internacionales y online. 

Una de las más nominadas para la reciente ceremonia fue Chernobyl, la miniserie  estrenada en mayo por HBO, que recupera en formato de ficción dramática la explosión de la planta nuclear ocurrida en abril de 1986 en la ciudad homónima.  

Apenas cinco capítulos que asombraron por su ajustada recreación del ambiente y la época, su manejo del suspenso a pesar de los hechos centrales archiconocidos y su armónica combinación de un guion sin desperdicios, una excelente factura técnica  y estupendas interpretaciones.

La repercusión en el público y la crítica fue inmediata -además de ampliada por “accidentes” relativamente similares en los meses posteriores-, por lo que no sorprendió que recibiera 19 nominaciones a los Emmy o que ganara 10 de ellos – mejor mezcla de sonido, mejor diseño de producción; mejores efectos especiales, mejor edición, mejor composición musical, mejor edición de sonido, mejor fotografía, mejor guion para Craig Mazin; mejor dirección para el sueco Johan Renck-, incluyendo uno de los mayores como Mejor Miniserie de 2019. 

Amplia y merecida cosecha que equivale a un relanzamiento, aunque los espectadores fieles muy probablemente echaron en falta algún premio a las actuaciones.