Un drama familiar con características muy particulares. 

En un contexto cinematográfico, donde la mayoría de los estrenos están enfocados al entretenimiento, la llegada a las salas de un drama familiar que obtuvo varios premios en el Festival Sundance a principios de año es una agradable rareza.

Raro también el título, que literalmente es la sigla inglesa “Child of deaf adults”, traducible como hijo de padres sordos y describe la situación de Ruby la protagonista del film, una chica de 17 años que puede oír y toda su vida ha sido la intérprete de su padre, su madre y su hermano mayor .

La familia vive en la ciudad costera de Glouscester y trabaja en la pesca artesanal, que se está volviendo una actividad difícil mientras ella está próxima a terminar la secundaria y al momento en que deberá elegir entre seguir ayudando a los suyos y su vocación musical.

Un argumento que suena conocido no sólo porque se trata de la remake del film francés La Familia Bélier (Eric Lartigau, 2014), sino porque es similar al del alemán Las voces del silencio (Caroline Link; 1996), aunque logra evitar la sensiblería con toques de humor al mostrar los desafíos que plantea crecer y trabajar como sordos en una sociedad discriminadora.  

Logro en el que destaca la dirección y el guion de la directora Sian Heder y el buen nivel interpretativo de un elenco; donde especialmente se lucen Marlee Matlin, como la madre y el secundario del comediante mexicano Eugenio Derbez, como el Profesor Villalobos.

Ficha técnica// Dirección y guión: Sian Heder. Fotografía: Paula Huidobro. Música: Marius De Vries. Intérpretes: Emilia Jones, Marlee Matlin, Troy Kotsur. Origen: USA, Francia, Canadá- 2021).