Un vistazo breve a lo que pasó este año en las salas de cine bahienses.

Este 2022 los cines recuperaron la actividad normal luego de la pandemia y puede hacerse un balance de la actividad.

Normalidad relativa, porque los cierres consolidaron al streaming como medio favorito de acceso a materiales audiovisuales, se acortó la ventana de exhibición y el público no acude en masa a las salas sin un tanque por medio, como prueban los  cinco títulos más vistos en el país: Minions 2 con 4.550.000 espectadores; Jurassic World 3: Dominio con 2.411.000; Thor: amor y trueno con 2.081.000; Doctor Strange, 21.975.000 y Lightyear con 1.590.000.

En la ciudad se estrenaron 140 largometrajes, cifra anual apenas por debajo de  las de pre-pandemia, de los que casi el 70 eran total o parcialmente estadounidenses. Los que permanecieron más en cartel fueron de entretenimiento; las producciones de bajo o mediano presupuesto o de otro origen apenas se estrenaron y sólo el género de terror escapa a esa regla por su público fiel; los estrenos argentinos fueron pocos y poco vistos a excepción de Argentina 1985, que pasó el millón de espectadores.

El Top 5 bahiense incluiría -sin orden determinado- a: Licorice Pizza (Paul Thomas Anderson; USA, Canadá-2021), a pura nostalgia setentera; Top Gun 2: Maverick (Joseph Kosinski; China, USA-2022), acción patriotera pero también tributo a las producciones donde los efectos son complemento y no protagonistas; Nop! (Jordan Peele; USA, Japón- 2022), terror fantástico y alienígena que sigue consolidando a su director; La rueda de la fortuna y la fantasía (Ryūsuke Hamaguchi; Japón- 2021), un drama que pasó fugazmente por las salas y la ya mencionada Argentina, 1985 (Santiago Mitre; Argentina- 2022), que acaba de ingresar en la lista corta del Oscar.

Un panorama que -fuera del reestreno de algún clásico- entristece a la cinefilia que disfruta verse desafiada y rechaza el empacho de pochoclo.