Recientemente, la realizadora argentina fue galardonada por su trayectoria.

La 54ª edición del Festival Visions du Réel – que se llevó a cabo entre el 21 y el 30 de abril en su sede de la ciudad suiza de Nyon-, tuvo a Lucrecia Martel como su Huésped de Honor.

Lanzada en 1969, la muestra está considerada entre las más importantes dedicadas a la producción documental y allí Martel dio una clase magistral con gran convocatoria de público – las y los organizadores debieron mudarla a un ámbito más espacioso que el propuesto en principio-; se proyectó una retrospectiva de su obra  y fue galardonada con el Premio de Honor a la trayectoria.

La filmografía de la directora no es tan abundante, pero su opera prima La ciénaga (2001) – que sigue siendo su mejor trabajo y el único film argentino incluido en la prestigiosa Criterion Collection-, le granjeó un lugar destacado en el medio local e internacional y en adelante, el status de embajadora de la cinematografía argentina. 

El premio lo recibió de manos de una distinguida colega como la francesa Céline Sciamma, porque Visions du Réel la considera: “Una figura esencial, rara y extraordinaria del cine contemporáneo. Una cineasta que en cada film crea y denuncia universos con audacia, para conformar una obra aventurera, inquietante y singular, que no deja de desafiar al cine mundial”.

Además de esta agenda y estos halagos, en Suiza la cineasta salteña adelantó detalles de su próximo trabajo, un documental sobre Javier Chocobar – líder indígena que fue asesinado en 2009 por su posición respecto de la propiedad de la tierra-, que se encuentra en la fase de edición y llevaría como título el apellido de su protagonista, pero aún no tiene fecha de estreno.