Un documental sobre la ciencia puesta al servicio de la construcción de identidad.

En apenas veinte minutos, La verdad en la sangre va del momento en que en plena dictadura militar madres y abuelas de desaparecidos comienzan su lucha para saber el destino de sus hijos e hijas y recuperar las criaturas que nacieron durante su cautiverio, hasta que a partir de 1977 – ya como Abuelas de Plaza de Mayo-, asumen que esa búsqueda denodada podría durar más que sus vidas y buscaron cómo identificar a nietos y nietas con su huella genética. 

Hace 40 años, los análisis genéticos no saltaban una generación, por lo que ellas y los científicos que entendieron su necesidad trabajaron hasta descubrir el “Índice de abuelidad”, un factor que permite probar la filiación y también crearon el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), que fue la primera institución en realizarlos. 

El documental fue producido por el espacio transmedia TEC y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y conducido por Carolina Unrein y ofrece testimonios de Estela de Carlotto, de otras Abuelas y de científicos como Víctor Penchaszadeh, Mary Claire King y Mariana Herrera Piñero, que restituyeron su identidad a más de un centenar nietas y nietos y junto a nuevos colegas siguen buscando a los restantes. 

Recientemente, se proyectó durante la segunda jornada del III Foro Mundial de Derechos Humanos previo a un debate del que participaron varios protagonistas como Mariana Herrera Piñero, actual directora del BNDG, que destacó que se pudiera mejorar la capacidad de detectar grupos familiares, desarrollar estadísticas, crear el Área de Antropología Forense y que el nuevo desafío será identificar a bisnietos y bisnietas. 

Cortometraje conmovedor y esclarecedor, que puede verse gratuitamente en el canal oficial de Youtube de TEC y desde el sitio de Abuelas de la Plaza de Mayo.