La realización de Wes Anderson fue recientemente estrenada en la plataforma Netflix.

El título traduce literalmente al original inglés de este nuevo opus del director Wes Anderson, que versiona el cuento homónimo que el británico Roald Dahl publicó en 1977 como parte de una antología de siete, dirigida en unos lectores algo mayores a los de la mayoría de sus textos.

Para respetar el aliento corto del cuento o quizás como respuesta a tanto tanque hipertrofiado, Anderson lo resuelve en un cortometraje de 39 minutos deliciosos, plasmados en su estilo visual inconfundible y colorido, con efectos prácticos y evidentes trompe l’oeil en vez de CGI.

La trama tiene varias capas superpuestas. 

La primera presenta a un sucedáneo del propio Dahl – Ralph Fiennes-, que introduce la historia de Henry Sugar. Un ricachón – Benedict Cumberbatch- que solo disfruta de acrecentar su fortuna y de los juegos de azar; hasta que descubre un pequeño libro escrito por un doctor indio – Dev Patel-, donde se describe el caso de un hombre – Ben Kingsley- que podía ver sin usar los ojos y el laborioso método con que consiguió esa habilidad.

Habilidad que Sugar se obsesiona con obtener para trampear en el juego y a la que le dedicará años de esfuerzo, con un resultado inesperado.

Tanto el cuento como esta versión cinematográfica tienen una entrelinea ética, aunque el manierismo de Anderson y las interpretaciones del elenco de famosos evitan que se convierta en un sermón y logran que se disfrute de punta a cabo.

Ficha técnica/ Dirección y guion: Wes Anderson. Fotografía: Robert D. Yeoman. Edition: Barney Pilling, Andrew Weisblum. Intépretes: Benedict Cumberbatch, Ralph Fiennes, Dev Patel, Ben Kingsley. Origen: USA, UK- 2023. Calificación: Sólo apto para mayores de 7 años.