Una biografía que deja ver los manejos oscuros tras el glamour de Hollywood.

En la actualidad, Brooke Shields integra el enorme pelotón de actrices que han pasado la cincuentena y hacen alguna intervención esporádica o cameo en modo nostálgico en largometrajes o series, pero en las décadas finales del siglo XX su presencia era un suceso tanto en pantalla como fuera de ella.

Este año, en el Festival Sundance se estrenaron los dos episodios del documental Pretty Baby: Broke Shield – en castellano: La historia de Brooke Shields-, donde la modelo y actriz cuenta la manera en que se desarrolló como intérprete y como persona desde la infancia.

Lo de contar su trayectoria ab ovo no es un egolatría, ya que su madre la crió para ser un estrella y comenzó a aparecer en publicidades gráficas y televisivas siendo una bebé.

La protagonista es quien da la mayor parte de los, pero la directora Lana Wilson y las editoras han sabido aprovechar el abundante material audiovisual sobre ella y en particular su debut cinematográfico con el drama Pretty Baby (Louis Malle; 1978), donde con 11 años interpretó a una niña prostituida en la New Orleans en 1917, con desnudo y escándalo incluido.

Una sexualizacion que impregna a las intérpretes adolescentes hasta el presente, pero además de marcar la carrera de Shields, marcó profundametne su vida personal y hasta la manera en que educó a sus hijas.

Dos horas y veinte minutos reveladores, que se pueden ver en la plataforma Star +.

Ficha técnica/ Dirección: Lana Wilson. Edicion: Sara Newens, Anne Yao. Fotografía: John Benam, Emily Topper. Origen: USA; 2023.