La secuela que este año logró poner en movimiento las boleterías argentinas y del mundo.

Pasaron casi diez años desde que Pixar fue hacia adentro con Intensamente (Pete Docter; 2015) –el título original Inside Out lo adelantaba- y personificó las emociones de una niña en otra de sus incursiones en mundos desconocidos.

En esta segunda entrega -dirigida por el ignoto Kelsey Mann-, Riley tiene 13 años y su cuartel central emocional vuelve a enrojecer con la luz de alarma de pubertad.

Al principio Alegría, Enojo, Miedo, Disgusto y Tristeza confían en el carácter equilibrado de su niña, aunque otra tanda de emociones encabezadas por la hiperactiva Ansiedad ponen las cosas patas arriba, ya que la adolescente sólo desea aceptación de sus pares y no sabe cómo lograrlo.

La trama de Intesamente 2 se desarrolla en dos líneas de relato y una estructura calcada de la previa, con Riley trastabillando entre sus nuevos desafíos afuera y luchando internamente entre las certezas niñez y el caos de sus impulsos adolescentes.

Como casi cada producto de Pixar las imágenes son coloridas – de nuevo cada sentimiento tiene su color distintivo-, las texturas impecables, los personajes simpáticos, y se incluyen dos escenas post créditos – una de ellas con la develación parcial del secreto más oscuro-, aunque son logros minimizados por la falta de sorpresa y porque Red (Domee Shi; 2022), otra de sus producciones trató la misma temática con más originalidad y profundidad.

Objeciones menores, cuando millones de espectadores locales e internacionales atiborran las salas; lo que asegurará más secuelas de este y otros títulos del estudio del Flexo.

Ficha técnica/ Dirección: Kelsey Mann.  Guion: Meg LeFauve & Dave Holstein. Música: Andrea Datzman. Origen: USA, Japón-  2024. Calificación: Apto para todo público.