Un cortometraje que reúne a buena parte de la galería de personajes de Disney. 

Reflejar en detalle la historia de los Estudios Disney seria farragoso, ya que están cumpliendo un siglo y tienen una las trayectorias más ricas – en varias de las acepciones del calificativo- en la industria del entretenimiento global, pero todo comenzó en octubre de 1923, cuando el animador, guionista y productor Walt Disney y Roy Oliver Disney – su hermano menor y empresario- fundaron en Burbank el Disney Brothers Studio, que más tarde se rebautizaría como The Walt Disney Company.

 Por el momento, la celebración de la magna fecha se ha limitado a los reestrenos de las animaciones más exitosas, porque para Disney festejar y recaudar no se excluyen y en que el pasado junio durante el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy.se estrenara el cortometraje One upon a Studio o Había una vez un estudio.

Nueve intensos minutos ambientados en el edificio donde trabajan los animadores, que empiezan cuando el personal va retirándose y el veterano Burnett Mattison se despide diciendo: “Si estas paredes hablaran”.

Frase que actúa como premisa del corto, ya que Mickey salta literalmente de su retrato en la pared y convoca a los demás personajes del estudio para tomarse una fotografía de grupo.

Encantador y nostálgico resumen del que participan protagonistas y secundarios – con su original estilo de diseño-, los villanos y hasta el conejo Oswald – una de las primeras creaciones del fundador-, donde no falta el segmento musical  y que desde el 16 de octubre se puede ver en la plataforma Disney +.

Ficha técnica/ Dirección y guion: Dan Abraham, Trent Correy. Música: Dave Metzger. Edición: Michael Louis Hill. Origen: USA-  2023. Calificación: Apto para todo público.