Una animación letona que sorprende con su propuesta estética y narrativa.   

Flow se centra en un gatito gris de grandes ojos inteligentes, cuya casa es arrasada por una corriente de agua – esa es la traducción literal del título- y se ve obligado a vagar en busca de alimento  y refugio.

Elude varios peligros, aunque casi se ahoga antes de encaramarse a un velero en el que lo recibe un carpincho amable y en su deriva, ese improvisado Arca de Noé va recogiendo a un lémur nervioso, un perro juguetón y una altiva ave secretaria que juntos atraviesan un planeta sin humanos.

Una metáfora ecológica o ecologista exenta de sermoneos y de  antropomorfismos, ya que el gatito y sus compañeros tienen personalidades identificables pero no hablan; sólo son arrastrados y arrastran a los espectadores en ese viaje con mucho suspenso – subrayado por la música -, que deja un sabor agridulce a instancias de su creador, el letón Gints Zilbalodis.

Un director-artista que produjo su film de manera independiente y casi en solitario con software libre hasta completar dos travesías: La de los animalitos – ojo que tras los títulos finales hay una escena bonus- y la del rodaje mismo.

No siempre estas producciones pequeñas llegan a distribuirse internacional y localmente, pero por fortuna los premios conseguidos en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy –el más importante de su categoría- y sus dos nominaciones al Oscar lo lograron.

Ficha técnica/ Dirección: Gints Zilbalodis. Guion: Gints Zilbalodis, Matiss Kaza, Ron Dyens. Música: Gints Zilbalodis, Rihards Zaļupe. Fotografía y edicion: Gints Zilbalodis Origen: Letonia, Francia, Bélgica- 2024. Calificación: Apto para todo público.