A sus 91 años el actor británico Michael Caine se aleja de los sets de filmación.

Hace unos meses, Michael Caine estrenó La gran escapada (The Greater Escaper; Oliver Parker, 2023), un drama en el que interpreta a un verdadero ex combatiente de la Segunda Guerra Mundial –como él mismo-, que en 2014 escapó del geriátrico donde estaba internado para viajar a Francia y conmemorar los 70 años del Día D.

Durante la presentación del largometraje, Caine anunció su retiro tras casi siete décadas de carrera ininterrumpida y una filmografía con 175 títulos; una decisión que obedecería a algunos problemas de movilidad y a que considera que ya no hay protagónicos para personas nonagenarias.     

Un retiro parcial, porque casi simultáneamente lanzó su primera novela, aunque tiene tres autobiografías en su haber y una de ellas versionada en formato de audiolibro con su inconfundible voz.

Ficción de suspenso titulada Deadly Game o Juego Mortal, en la que un detective descubre una trama criminal en altas esferas, un género que siempre ha disfrutado leer en el que hace rato quería incursionar como escritor.

Por supuesto, para quienes hemos disfrutado su estilo interpretativo alejado del divismo este retiro es una pérdida, aunque seguirá vigente como el Alfie (Lewis Gilbert; 1966) original, o en la trilogía inicial de Harry Palmer – en particular Funeral en Berlín (Guy Hamilton; 1966) rodado en plena guerra fría; como el protagonista de Vestida para matar (Brian de Palma, 1980) o Pequeña voz (Mark Herman; 1998) y -dirigido por Christopher Nolan- como el mejor Alfred que alguna vez tuvo Batman; entre tantos héroes y villanos al los que dio su irónica mirada azul.