El lema publicitario no podría ser más claro: “El hombre. La leyenda. El Rey del Rock & Roll.”

No obstante el título y que se trata de un biopic, Elvis comparte protagonismo con su sinuoso representante, el Coronel Tom Parker y el estilo narrativo y la factura visual barroca del australiano Baz Luhrmann, que volvió al musical o, formalmente, al melodrama.

 Las primeras imágenes se sitúan en 1997, cuando un enfermo Parker recuerda el momento crucial en que reconoce el inusual talento de Elvis Presley, decide lanzarlo al estrellato y hacerse rico.

Una relación súcubo- íncubo entre el cantante y ese fullero, que lo vampirizó desde el final de la adolescencia hasta su sonada muerte a los 42 años y da sustento a esta versión a modo de melodía desencadenada; donde se citan los hitos más notorios del ascenso y la  caída profesional y personal de Elvis; con el trasfondo social y un desfile de figuras representativas de las décadas de los 50, 60 y 70 estadounidenses.

Torbellino de pantalla partidas – Split Screen-, flashbacks, montajes paralelos y toda la parafernalia de recursos visuales que le gustan al director, donde se lucen el protagónico del casi desconocido Austin Butler y la versión más maquillada, oscarizable e irreconocible de Tom Hanks como el Coronel; cuyo primer corte tenía nada menos que cuatro horas de duración, que los heroicos editores Jonathan Redmond y Matt Villa lograron reducir a sus 159 minutos de impacto alucinatorio.

Porque si Elvis sigue vivo como el camionero de la leyenda urbana, definitivamente lo hace en sus temas. 

Ficha técnica/ Dirección: Baz Luhrmann. Guion: Baz Luhrmann, Sam Bromell, Craig Pearce, Jeremy Doner. Música: Elliott Wheeler. Fotografía: Mandy Walker. Intérpretes: Austin Butler, Tom Hanks, Olivia DeJonge, Helen Thomson. Origen: Australia, USA; 2021.