Challengers mezcla romance y competencia en la segunda categoría del tenis mundial.

En el mismo día los tenistas Art – Mike Faist- y Patrick – Josh O’Connor- ganan un torneo de dobles y quedan hechizados por Tashi – Zendaya-, una colega adolescente como ellos, que destaca por su avasalladora personalidad tanto dentro como fuera de la cancha.

Hasta ese momento habían compartido años de amistad y pasión por el deporte, pero ella les lanza un desafío que cambiará el destino de los tres.

Pocos argumentos tan manidos como el de dos personas que rivalizan por el amor de una tercera, aun si se lo sitúa en el mundillo del tenis profesional, ya que casi nunca alcanzan el dramatismo de Jules y Jim; François Truffaut, 1962), la dosis de suspenso de Match Point (Woody Allen; 2005) o el humor alocado de Una Eva y dos Adanes (Billy Wilder; 1959).

A priori la cosa parecía condenada al bostezo, pero se evitó gracias a buenas decisiones: encargar la dirección al italiano Luca Guadagnino, versado en mostrar bella y sensualmente relaciones complicadas; desarrollar una estructura no lineal que va y viene del pasado al partido decisivo del Challenger – de allí el título original-; avivar secuencias banales con la música poderosa de Trent Reznor y Atticus Ross; amortizar parte del presupuesto poniendo en pantalla una cantidad absurda de marcas y darle el protagónico a una Zendaya en la cresta de la ola.

Producto viejo, en un empaque astutamente consciente de su capacidad de seducir.

Ficha técnica/ Dirección: Luca Guadagnino. Guion: Justin Kuritzkes.  Fotografía: Sayombhu Mukdeeprom. Música: Trent Reznor, Atticus Ross .Edición: Marco Costa. Intérpretes: Zendaya, Josh O’Connor, Mike Faist. Origen: USA-2024.