Un reflejo irónico del humano drama del paso del tiempo y la decadencia que implica.

La cartelera de abril del Centro Cultural Cooperativa Obrera – Zelarrayán 560- abre con la proyección de La familia Savage (2007).

El largometraje enfoca en los hermanos Wendy y Jon Savage, que rondan los cuarenta años y viven lejos emocional y geográficamente, pero deben recorrer miles de kilómetros hasta la comunidad de jubilados donde su padre está mostrando signos de deterioro mental.

Una situación que les resulta casi imposible de afrontar, porque crecieron maltratados por ese hombre y sin poder huir como hiciera su madre.

La directora estadounidense Tamara Jenkins incursiona en dos temas sensibles: la violencia domestica que sufren muchos y el envejecimiento que sufriremos todos y lo hace – también escribió el guion- de una manera muy adecuada, ya que desactivó buena parte del dramatismo de ciertas escenas con algo parecido al humor negro.

Aunque para que un retrato de familia tan sombrío resultara vívido y hasta se pudiera disfrutar fue esencial la elección de unos protagonistas estupendos como Laura Linney y Philip Seymour Hoffman, que hacen creíbles y queribles las tensiones de sus personajes con los otros y con ellos mismos.

Más el secundario lucido de un actor secundario eterno como Philip Bosco, que interpreta al padre enfermo y en una escena central reacciona a un viejo film – el cine como vehículo o como incentivo de la memoria – y con pocos gestos y frases revela de dónde viene su modo ejercer la paternidad.

La famila Savage – el apellido remite a su disfuncionalidad – no es un film indie porque Fox Searchlight fue uno de los productores, pero abreva en su estilo y temática; dura 114 minutos y se podrá ver el jueves 4 a las 18:00 horas, con entrada libre y gratuita.