Visages, Villages, penúltimo y entrañable documental de la fotógrafa y directora Agnes Varda.  

La  72ª edición del Festival Internacional de Cine de Cannes tuvo un afiche muy particular: una joven menuda, concentrada en lo que ve a través de su cámara mientras hace equilibrio sobre la espalda de otro miembro del equipo de filmación. 

Un afiche encantador que rendía tributo a una directora fallecida poco antes en Paris, porque la chica de la foto era la belga Agnes Varda durante el rodaje de La Pointe- Courte en 1955, un  documental que fue no sólo su opera prima sino también la de la  Nouvelle Vague, aunque se la reconociera como pionera muchísimo después. 

Una carrera de más de sesenta años con menos fama que prestigio, que en 2017 engrosó con Visages, Villages, codirigido con su joven colega JR. 

En 2015, ya cercana a los noventa años, se lanzó a los caminos de Francia a bordo de un hibrido de camioneta y cámara instantánea junto a JR, para buscar las caras y los pequeños pueblos que menciona el título e instalar enormes murales a su paso con la colaboración de los paseantes de buena voluntad y para recoger el material que luego formaría parte del film.

Una suerte de road movie salpicada por los diálogos, las ocurrencias y las historias  que surgían entre ellos durante el trayecto, aunque el foco estaba puesto en la gente y los lugares que encontraban  – muchos de ellos relacionados con sus trabajos previos- y en una visita a su viejo amigo Jean Luc Goddard, que da la nota discordante.  

Recorrido vivaz y nostálgico, compartido por dos personas de generaciones y mundos diferentes pero indisolublemente unidas por el arte, que se proyectará este martes 20 de agosto a las 19.00 horas en la UTN – 11 de Abril 561-, con entrada libre y gratuita.