Hernán Casciari insiste en desafiar la pandemia y la crisis económica con otro ambicioso proyecto audiovisual. 

A principio  de este mes, los medios difundieron la noticia de que había comenzado el rodaje de La Uruguaya y hasta la revista Variety le dedicó una nota a la especial manera de producir el largometraje, porque Hernán Casciari y su equipo consiguieron los 600 mil dólares del presupuesto de modo colaborativo, a medio camino entre el crowdfunding y el cooperativismo. 

Lejos de conformarse con ese proyecto, hace unos meses la productora Orsai Cine lanzó una propuesta similar para rodar Canelones, una miniserie de seis capítulos basada en el cuento homónimo del escritor mercedino y en las consecuencias que tuvo en la vida de su madre y la suya propia.

Otra vez, los aspirantes a productores debían comprar un bono de 100 dólares –o su equivalente en pesos- y entusiasmados con la posibilidad de participar ya sumaron más de 400 mil “verdes”, aunque para Canelones no hay  presupuesto tope a conseguir y la venta de bonos seguirá abierta hasta fin de año, cuando se adaptará el tipo de realización –más costosa o más modesta- a lo recaudado. 

Hasta el momento, la Comunidad Orsai integrada por todos los productores asociados decidieron que la miniserie se ofrecerá a diferentes plataformas de streaming y canales de televisión para su distribución y que la protagonista femenina será Verónica Llinás, pero queda mucho por andar. 

Se podría hablar de ingenio y visión para administrar ese bien escaso que es la fidelidad de los admiradores –argentinos e internacionales- y no se exageraría, aunque también habría que destacar que producir se ha vuelto muy complicado y este estilo de emprendimiento muestra un modo de acceder a ella de manera no sólo más independiente, sino mucho más gozosa.