Una acertadísima versión de la novela homónima de Neil Gaiman y Terry Pratchett. 

En el momento presente tienta ver cualquier cosa con Buenos presagios (Good Omens; 2019), aunque esta producción británica de la plataforma Amazon Studios refleje el fin del mundo con mucho humor negro.

Los protagonistas son Crowley el demonio que tentó a Adán y Eva metamorfoseado como serpiente y Azirrafel, el ángel custodio de la puerta este del mismísimo paraíso, que desde hace unos 6000 años permanecen en la Tierra cuidando los intereses de sus respectivos amos. 

A pesar de sus poderes, no previeron que se irían encariñando con los humanos, su vida humana y su amistad a contramano, que se consolida definitivamente cuando se enteran que el Armageddon está cerca y que le perdieron la pista al Anticristo. 

Cuenta regresiva en seis episodios de poco más de 50 minutos, que tuvo al propio  Neil Gaiman como guionista – eso explica que siga casi a la letra al original literario- y a dos protagonistas soñados. 

Soñados porque Michael Sheen y Daviid Tennant derrochan gracia angelical y demoniaca respectivamente y una química disfrutable en cada escena compartida, convirtiéndose en los verdaderos pilares de la miniserie, formato en el que los británicos son maestros e ideal para maratonear online. 

Una divertidísima peripecia milenarista – la novela original fue editada en 1990- con mucha ironía sobre la condición humana, una bienvenida dosis de Queen – banda favorita de Crowley-, buenos secundarios y un tributo a la amistad como valor capaz de salvar todas las diferencias.  

Ficha técnica Dirección: Douglas MacKinnon. Guion: Neil Gaiman. Fotografía: Gavin Finney. Música: David Arnold. Intérpretes: David Tennant, Michael Sheen, Jon Hamm, Miranda Richardson. Origen: UK, USA; 2019.