La periodista y escritora, autora de los libros Amores Inmigrantes y Amores Invencibles, Diana Arias, cuenta historias de amor que han tenido lugar en nuestro país, y que han dejado una huella en las diferentes ciudades. Aquí presentamos Amores que conectan, en Bahía Blanca.
Amores que conectan es una producción original de Camuzzi, que forma parte del ciclo Historias que conectan, creado de la mano de Daniel Balmaceda. Este formato invita a descubrir las historias de amor que han unido países, costumbres y sueños, enriqueciendo la identidad de cada ciudad y sus habitantes.
La autora de los textos, que están basados en historias reales, construidas con el relato de familiares, Diana Arias, afirmó que “la historia de nuestro país está fundada en el amor. Ese amor que nos conecta, de un inmigrante italiano deslumbrado por una argentina; un encuentro en altamar, promesas hasta el fin del mundo, personas que enfrentaron aventuras y adversidades, trascendiendo el idioma, las tradiciones y la cultura”.
“Esta nueva versión de Historias que conectan representa un legado para las generaciones futuras. Son historias reales de inmigrantes que encontraron en nuestro suelo no solo una nueva oportunidad, sino al amor. Trabajar con el equipo de Camuzzi es un placer, por la seriedad, profesionalismo y pasión que le dan al proyecto. Por supuesto, contar con la mirada inteligente y experta de Daniel Balmaceda suma al punto de dejarnos un gran producto para disfrutar y emocionarnos”, indicó.
Asimismo, expresó: “La recepción del público es excelente. A partir de cada episodio, la gente descubre que en sus propias familias también hay de estas historias y se va conformando una hermosa energía para contar nuevos relatos”.
Historias que nos representan, nos definen y enorgullecen
En esta segunda temporada, que presenta un nuevo capítulo los días miércoles, el objetivo es enriquecer la historia argentina, conectar con el pasado y con lo que une a las y los argentinos. De esta manera, compartieron historias de Bariloche, Viedma, Pehuajó, Mar del Plata, Chacabuco, La Madrid, Santa Rosa, Villa La Angostura y Gaiman.
“Cada hombre, cada mujer que eligió esta tierra de valles fértiles y montañas con nieve eterna, de costas interminables y selvas hermosas, de bosques mágicos y salinas sorprendentes, dejó una historia única. Personas comunes que vivieron vidas extraordinarias”, expresó Arias.
Sobre la importancia de transmitir estas vivencias para que lleguen a más personas, reflexionó: “Hoy, más que nunca, nuestro país necesita estos relatos edificantes, que nada tienen de ficción ni de facilismo. Que se vuelven importantes porque enseñan que bajar los brazos no es una posibilidad, que la educación empieza en casa y que el trabajo es la respuesta a muchos problemas”.
“Estos hombres y mujeres nos enseñan sobre la tolerancia. Imaginen las diferencias culturales, políticas y religiosas a las que se enfrentaron. Las veces que habrán tenido que dejar de lado las individualidades para salir adelante. Hay valores, sentimientos, que están presentes en estas historias y que nos inspiran. La esperanza, el amor y el coraje. Amores que Conectan nos invita a pensarnos herederos de esos hombres y mujeres que hicieron grande a nuestra patria. Con la esperanza de un futuro mejor llegaron a los confines del mundo; con la fuerza del amor que mueve montañas y el coraje, esa cualidad humana que nace de las entrañas y supera cualquier obstáculo”, agregó.
En esa línea, propuso que “tal vez sea este el momento de hurgar nuestras raíces para poder mirarnos hacia adentro, y comprender finalmente que hacia donde vamos tiene que ser ese lugar con libertad, paz y bienestar para todos”.
Amor en el escenario
En esta oportunidad, Bahía Blanca es representada en el capítulo Amor en el escenario.
En 1919, Carolina Beltri, una talentosa artista de una compañía itinerante, se enamoró del director de la orquesta, Franco Gil Sáenz, a pesar de la oposición de su estricto padre, Enrique. Como en Romeo y Julieta, pero en Bahía Blanca, la historia incluye veneno y un trágico final.
“La historia de Bahía es especial. Primero, porque llega de la mano de dos colegas que valoro mucho Mario Minervino y Hernán Guercio. En mi investigación siempre busco personas de la localidad que ayuden a descubrir estas historias y, cuando me contaron la de Carolina y Franco, no dudé en que sería parte del ciclo”, concluyó, en comunicación con El Digital de Bahía.
