Después de un año del cierre total debido a la pandemia, finalmente se ha autorizado la reapertura de los cines bonaerenses.  

Según la Decisión Administrativa 145/ 2021 publicada en el Boletín Oficial de la Nación, a partir del 1 de marzo la Provincia de Buenos Aires habilitará sus salas de cine. Sencillo en teoría, porque la continuidad está sujeta no sólo a que no se dispare el número de casos de Covid 19, sino también a que se pueda reflotar un negocio que ha cambiado drásticamente. 

El aforo aprobado para la provincia – número máximo de personas que puede admitir un espacio destinado a espectáculos o actos públicos-  será del 30%, un porcentaje equiparado con el teatral.

Por supuesto, respetando el protocolo sanitario tanto para el personal que trabaje en los cines, como para los espectadores y para la sala misma, que deberá desinfectarse y ventilarse antes y después de cada función, lo que incluye la limpieza de los anteojos usados para las proyecciones 3D. 

Especificaciones y expectativas optimistas que hasta prevén turnos para evitar amontonamientos y el uso obligatorio y constante de barbijo o mascarilla, que sólo se podrá apartar para comer y beber, ya que las Candy Bar también abrirán bajo protocolo. 

Lo que no pinta optimista es cómo será la respuesta del público que en otros países ha sido baja y en especial la de los exhibidores locales, que hasta el momento en que esta nota ha sido escrita no se han expedido formalmente al respecto, aunque al depender de una cadena, se puede suponer que el complejo multisala de Sarmiento 2153 reabriría primero. 

En definitiva, el permiso otorgado por las autoridades sanitarias nacionales ayuda, pero las puertas de los cines están apenas entornadas.