Un viaje por el universo literario de Nicolás Guglielmetti
Nicolás Guglielmetti, escritor 1

El escritor local, que hizo de la pluma su gran aliada, dio cuenta de sus comienzos, primeras obras y acciones como gestor cultural, y compartió su visión sobre el oficio de las letras.

Como poeta, ha publicado plaquetas como ‘Cesar Palace’ (Bahía Blanca, Colectivo Semilla, 2009); ‘Tres dedos’ (España, Niña Bonita, 2011); ‘La adolescencia del bostezo’ (Chile, Letras de Cartón, 2012); ‘Bella Vista, Bahía Blanca’ (Vox, 2015); ‘Cruza el desierto’ (Bahía Blanca, Colectivo Semilla, 2017); ‘Antes que el tiempo arrase con todo’ (Bahía Blanca, Unidad de Sentido,2021); y ‘Ha Muerto Maradona’ (Mar del Plata, Goles Rosas, 2022).

Y como narrador publicó: ‘Fisher y los refugiados’ (Bahía Blanca-Buenos Aires, 17grises, 2016); ‘Los Desquiciados’ (Bahía Blanca, Hemisferio Derecho, 2017); ‘El que pega último’ (Uruguay, El viento Editor, 2020); ‘¿Podrán los robots dominar el fútbol mundial?’ (Buenos Aires, UOiEA Editora 2022); y ‘Zona de Influencia’ (Bahía Blanca, Unidad de Sentido 2023), libro de cuentos con el que ganó el Certamen ‘El Puerto Edita’.

“Soy ante todo escritor pero con los años oficié de periodista cultural, editor y gestor, tareas que hasta la fecha desarrollo con orgullo y satisfacción. A temprana edad entendí que era mejor hacer y equivocarse, a quedarse esperando que te legitime o ayude gente que nunca lo iba a hacer. Así que, por naturaleza, soy un fundador o fui un fundador en una época donde la cultura en Bahía, por diferentes factores coyunturales, estaba mucho más invisibilizada que en la actualidad”, comenzó.

Según contó, 20 años atrás el monopolio comunicacional bahiense tenía un rol dominante y al no haber redes sociales, la difusión y la llegada a la información no eran tan accesibles. “No existía ir a cubrir un evento con un vivo de Instagram. Por darte un ejemplo, a los libros de editoriales independientes los conseguíamos pidiéndoselos a los mismos autores. La única posibilidad de medio, era una revista literaria, fanzine, lo que salía en la sección de espectáculos en el diario local y lo que nos enterábamos de los suplementos culturales de los diarios de Buenos Aires”.

La llegada de Internet, y con ella los blogs, generó un cambio cultural. “Nos permitió vincularnos con los hacedores culturales de la ciudad y de otras partes del país, y generar proyectos. Nosotros hacíamos un suplemento cultural en papel, formato radio y web, llamado ‘Nexo’; apareció la primera Feria de Editoriales Autogestionadas, el Festival de Poesía y proliferaron los ciclos que cruzaban la literatura con la música y diferentes expresiones artística. Además, se abrieron nuevos sellos independientes como ‘Vaca Sagrada’, ‘Hemisferio Derecho’, ‘17grises’, ‘Colectivo Semilla’, ‘Del Colectivo’, ‘Editorial Maravilla’, hasta las actuales ‘Villa Mora’, ‘Arveja Editora’ y ‘Unidad de Sentido’”, enumeró.

En primera persona

Nicolás se desempeña como editor en los tres sellos editoriales bahienses: ‘Unidad de Sentido’, ‘La Gallega Editora’ y ‘FNBB’; dicta talleres de escritura creativa en la Biblioteca Bernardino Rivadavia y en diferentes librerías de la ciudad; es  uno de los fundadores del Festival de Narrativa de Bahía Blanca; y uno de los responsables del Cultural Bella Vista y la Biblioteca Popular Concepción Urdinola de Pedernera, espacios en los que, de manera colectiva, publicó las antologías: ‘Mi Bella Vista querido. Relatos de Fútbol’ y ‘Bella Vista. Memorias de un barrio’.

“Estoy atravesado por la literatura, ya que varias de las facetas donde me desenvuelvo están vinculadas a ella. Empecé escribiendo poesía porque de chico sentí una pulsión que me acercaba a ese género y poco a poco fui armando mi mapa de lectura de clásicos en los escaparates. Después tuve la suerte de asistir a una beca Vox cuyo tallerista era Daniel García Helder, director de la mítica revista ‘Diario de Poesía’, y ahí descubrimos poetas y gente con la que terminé siendo amigo o trabajando en proyectos comunes”, recordó.

En ese contexto, con Agustín Hernandorena y otras personas, fundaron un periódico con un suplemento cultural ‘Nexo Artes&Culturas’, para el que escribían reseñas, notas y se contactaban con distintos artista. Además se encargaban de armarlo y distribuirlo. “La escritura para mí es inscribirse en una práctica que con el tiempo se convierte en una forma de vida. No concibo la vida sin escribir en un sentido amplio. Uno escribe cuando escribe la estrategia comunicacional de un festival, cuando agrega algunas líneas a un personaje de un alumno o cuando está ensimismado en sus propias historias”, explicó.

El autor ha desarrollado su arte literario en torno a dos géneros: la narrativa y la poesía. “En la narrativa me hundo en un trance de más largo aliento, que requiere mucha más planificación y lo disfruto de otra manera. Es como una maratón en la que obviamente tenés que tener una estrategia de carrera porque si no te quedás sin pulmones. Soy en esencia escritor, así que fui haciendo lo que me pedía la época, mi contexto económico y mi necesidad de plasmar mi visión del mundo. A mis alumnos siempre les digo que uno es escritor hasta cuando manda un mensaje de WhatsApp”.

Presente y futuro literario

Cuando era pequeño, la escritura funcionaba como una herramienta para exorcizar demonios; una suerte de refugio que le permitía no ver lo que no quería y crear historias y personajes, con sus propios esquemas morales. De esa manera, podía pensar, reflexionar, investigar, madurar y salir un poco de la oscuridad que muchos y muchas adolescentes transitan, mientras creen que el mundo conspira contra ellos.

“Si tuviera que titular diría que ayer escribía para sanar y hoy para certificar que todavía estoy vivo. Me gustaría que el día que no esté si alguien agarra mis libros diga: ‘¡Pucha! Acá hubo alguien que se animó a contar la Bahía Blanca profunda y no tuvo vergüenza que cruzara las fronteras de la propia manzana’”, aseguró, en diálogo con El Digital de Bahía.  

En la actualidad, la literatura, antaño refugio del espíritu y bastión de la imaginación, atraviesa una crisis sin precedentes. “Eso dificulta publicar, hacer festivales, tener energía más que para sobrevivir y suplir las necesidades básicas. En nuestro sector, que no está sindicalizado, hay un grupo que son docentes con obra social y aportes jubilatorios, y otros que está en una situación de vulnerabilidad más profunda”, sostuvo. Y agregó que con estos últimos trabajan en un proyecto colectivo para atravesar la “catástrofe” juntos y juntas.

Con una pasión inquebrantable por la escritura, ha demostrado que el arte de contar historias es un motor que lo impulsa a seguir explorando nuevos mundos y emociones, y a facilitar espacios culturales para todo público. “Me conformo con edificar una obra periférica pero constante, atravesada por las problemáticas de la ciudad y los temas que me interesan como son el fútbol, las distopías y la poesía en todos sus formatos experimentales. En líneas generales, quiero seguir haciendo lo que hasta ahora. Un camino largo pero constante”, finalizó.

Los libros de Nicolás Guglielmetti, se pueden encontrar en cualquier librería de la ciudad, de Buenos Aires y del país. Para más información, los y las interesadas, pueden visitar el Facebook y, o el Instagram del escritor.

Categoría: COMUNIDAD EDB
2024-08-30 11:24:22
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