“Siempre pensando en la salud de los materiales que nos acercamos al cuerpo”
12 Prendas emprendimiento 1

Carla Golbek es diseñadora y docente de la Universidad Provincial del Sudoeste (UPSO). Su inquietud respecto a los materiales con los que se confecciona la ropa con la que nos vestimos, sus procesos y el cuidado del ambiente la llevaron a darle vida a ‘12 Prendas’.

El emprendimiento que se dedica a la elaboración a mano de prendas, con tintes y textiles naturales, en producciones chicas que se comercializan en el local que Bahía Blanca Che tiene en el Centro Cultural La Macanuda, también ofrece talleres de tintes naturales y fieltro, donde se trabaja con lana de oveja de la región. Además, próximamente se incluirá una capacitación en cestería.

“La parte productiva está enteramente a mi cargo. Igualmente es un proyecto que involucra a otras personas, porque mucha gente experimentó conmigo tintes, compartimos información y uno de los objetivos es ayudar en la toma de consciencia respecto a la importancia de los materiales que están entre nuestro cuerpo y el entorno. Me interesa concientizar esa parte”, dijo la emprendedora.

Carla se crió en el campo por lo que disfruta estar al aire libre. “Por el lado individual, lo que me gusta de este proyecto es que puedo salir a caminar, recolectar yuyos o estar con las ollas con tintes afuera. Está muy vinculado al entorno y a la naturaleza, algo que me encanta. Y, en su parte de confección, se puede trabajar con las estaciones: por ejemplo ahora estoy cosechando muchas flores naranjas”, detalló.

Aprender y crecer

El proyecto primero se llamó ‘12 prendas. 12 meses’ y fue una experiencia que empezó de forma individual, para la que separó 12 prendas para vivir durante un año. “Me invitaron a dar la materia Diseño de Indumentaria en la UPSO y quise buscar un acercamiento más sensible a dicha disciplina”, contó.

Y, siguiendo esa línea, agregó: “Me pareció bueno poder, primero, experimentar en piel propia la importancia que tienen las prendas en el cotidiano. No tanto diseñar como se hace de la manera tradicional, sino desde comprender qué función tienen esas prendas respecto al cuerpo y a la piel. Así que seleccioné 12. Esto fue en 2017”.  

Carla vació todo su ropero y dejó aquella cantidad para su cotidiano. “De entre las seleccionadas, me di cuenta que usaba más las que tenían algodón y lana que las que tenían mezcla con poliéster. Acotando la cantidad de prendas, mi cuerpo se hizo más sensible a que esas fibras naturales eran más agradables que otras”, recordó.

Asimismo, experimentó un uso más sustentable “Aprendí cómo cuidarlas. Ese año mucha gente se interesó, porque veían que andaba medio uniformada, siempre con las mismas prendas y llamaba la atención. Por eso el proyecto se perfiló hacia dos lugares: la confección de prendas para otras personas y la investigación sobre tintes naturales y textiles de algodón y lana”, explicó.

En el marco de esa búsqueda, conoció la técnica de los tintes, para que fuera con pigmentos de plantas de Bahía o la zona del sudoeste bonaerense, sin ningún químico; investigó cortezas para teñir telas; y revalorizó telas usadas, entre otras cuestiones. “Es decir, empecé a limpiar el proceso antes de salir al mercado. Quería tener bien clara la receta de lo que ofrecía. Siempre pensando en la salud de los materiales que nos acercamos al cuerpo”, valoró.  

Productos regionales

Para Carla, la posibilidad de emprender le brinda mucha libertad. Le permite trabajar según sus propios límites, expandir ideas y repetir los procedimientos todas las veces que sean necesarios hasta encontrar aquello que quiere ofrecerle a la gente. Además, el emprendimiento fue un medio para conocer personas y nutrirse con cada devolución recibida.

“Ahora recupero textiles que son más antiguos y 100% algodón, pero finitos. Me encantaría encontrar alguna producción de algodón agroecológcio, natural, que sea nacional, ya que recién están empezando las primeras camadas de algodón en el Chaco. Quiero trabajar con fibras que se puedan conseguir más cerca, con producciones limpias y poder tener un stock más amplio de las prendas”, expresó.

Entre otras de sus proyecciones, espera que los talleres crezcan. “También, que la práctica de los tintes se vuelva cotidiana en nuestras casas y entre las personas, y tengo la idea de armar una cooperativa de trabajo donde se desarrollen textiles con materiales naturales de la región”, finalizó.

Los y las interesadas en adquirir alguna de las prendas pueden acercarse al local de Bahía Blanca Che, ubicado en Moreno 223. Para más información, se pueden comunicar por Instagram, red a través de la que también publican información sobre las ferias en las que participan.

Categoría: COMUNIDAD EDB
2024-03-15 09:47:10
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