El Club Villa Mitre se ha convertido en un punto de esperanza para otros clubes e instituciones de la zona. A través de una red de solidaridad, fortalece el tejido social y brinda apoyo a quienes más lo necesitan.

La organización de dicha entidad, se ha transformado en un eje central para la recepción y distribución de los donativos provenientes de diversas fuentes. En la actualidad, gracias al esfuerzo del voluntariado y el uso de camiones y camionetas, la ayuda se orienta hacia otros clubes de Bahía Blanca y la zona, quienes se encargan de la entrega final en sus respectivas comunidades.

“El domingo, que fue el día más difícil, se atendió a la gente del Club Sansinena Social y Deportivo, de Cerri, y se dejaron donaciones en White, en el Club Atlético Puerto Comercial; en el Club Huracán, Sportivo y Danubio, entre otros. También, se está canalizando la demanda  de parroquias y de escuelas. La campaña se organiza en función de la necesidad. Pero mayoritariamente, todo va a los clubes para que los distribuyan de la manera más transparente y ordenada posible”, contó la psicóloga del Club Villa Mitre, Fiorella Montechiari. 

Las acciones surgieron de manera espontánea, por lo que la organización se adaptó rápidamente a la situación sin precedentes, mientras que la colaboración se desarrolla de manera orgánica, con voluntarios y voluntarias que ofrecieron su ayuda y transportistas que buscaban un lugar seguro para dejar las ayudas. “Villa Mitre se ha convertido en un lugar seguro, confiable, transparente. Mostramos todos los lugares a los que vamos. Eso se visualiza, se filma, para corroborar a dónde está llegando la donación”, dijo.

Desde su perspectiva profesional, ha observado un panorama sombrío en la comunidad bahiense. “Creo que  Bahía viene muy golpeada desde la pandemia y eso se ve en la clínica. Nuestra sociedad todavía no ha podido recuperarse. Igualmente, sabemos que donde hay un espacio la vida renace. Esa es la esperanza que nos sostiene para seguir adelante. Hoy estamos en plena etapa de conmoción para atravesar un duelo, después vendrá el tiempo de la tristeza, la angustia y luego de la recomposición. Ver la ayuda, el acompañamiento, que haya gente que quiera colaborar, gratifica. Acá estamos poniéndole el cuerpo y también la cabeza”, finalizó.