El edil tucumano Ricardo Bussi, hijo del genocida Antonio Bussi, impulsa en Tucumán un proyecto para «sanar las heridas de dos partes enemistadas» en la última dictadura militar.

La intención del hijo del represor Bussi, pretende realizar el «Momumento a la Reconciliación Nacional» que, según él, «servirá para sanar las heridas y reconciliar dos partes enemistadas».

El hijo del ex gobernador de facto lo hizo mientras se lleva adelante uno de los juicios por delitos de lesa humanidad más importantes en esa provincia: el denominado ‘Operativo Independencia’, que estuvo a cargo de su padre en 1975. Bussi puso en funcionamiento el primer centro clandestino del país.

La dirigente de H.I.J.O.S, Natalia Ariñez afirmó sobre este proyecto: «No nos reconciliamos con violadores de mujeres embarazadas, con torturadores de jóvenes, con asesinos de dirigentes sociales, con ladrones de bebés». Y manifestó a Página/12: «No hablamos de dos enemigos que debieran darse la mano o de una guerra en la que hubo dos demonios, sino de delitos masivos del Estado contra la población, como lo confirman cientos de sentencias en otros tantos juicios a represores. Desconocerlo, es desconocer la historia».

En sus fundamentos, el concejal tucumano afirmó: «Hemos padecido las secuelas de aquella guerra fraticida al ver morir al general Bussi preso, al igual que tantos otros hijos de militares que siguen padeciendo ese calvario con un inequívoco tono, no de justicia sino, de revancha». Y amplia: «Lo novedoso del monumento es que servirá para dar un primer paso que ayude a sanar la mayor fragmentación y herida de la historia reciente argentina».