La Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto que establece un nuevo marco regulatorio para el cannabis medicinal y cáñamo industrial, con 155 votos afirmativos, 56 negativos y 19 abstenciones. El proyecto ya contaba con media sanción del Senado.

En este sentido, el objetivo es organizar la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal y complementar la actual legislación, la Ley 27.350, que autoriza su uso terapéutico y paliativo. En el caso del cáñamo industrial, apunta a legalizar los eslabones productivos, los de comercialización y sus subproductos.

Asimismo, el proyecto contempla la creación de una agencia reguladora que oficiará como órgano rector y articulador de la cadena productiva del cannabis y tendrá a su cargo las múltiples instancias de regulación involucradas: la Agencia  Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), entidad con autarquía técnica, funcional y financiera, dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo.

Por su parte, la nueva agencia también establecerá los requisitos y antecedentes que se solicitarán al peticionante de licencias para producir cannabis medicinal o industrial, con el fin de “maximizar los controles destinados a prevenir actividades ilegales, incluyendo el lavado de activos”. Cabe destacar que dicho proceso productivo incorpora cerca de 200 productos y servicios asociados en su cadena de valor, es decir que abre una multiplicidad de opciones para el desarrollo de actividades en toda la Argentina.

Según se informó, el potencial económico para el año 2025 se proyecta en 10.000 nuevos empleos, 500 millones de dólares en ventas al mercado interno anuales y 50 millones de dólares de exportación por año.