El artista Omar Sirena, radicado en Santa Clara del Mar, retornó a la ciudad a fin de realizar un mural alusivo a los 80 años de la sociedad de Fomento de Villa del Mar.

En el año saliente, a causa de la pandemia, se trastocaron entre otras cosas todas las actividades sociales programadas. Entre ellas, el aniversario de la entidad local. Hasta el año 2019, sostuvieron eventos, obras y la clásica kermese. 

La nula tarea que permitió desarrollar el año que se fue, no impidió un tiempo para reconocimiento artístico. “Hacer un mural es toda una responsabilidad, tiene que llegar a la gente y crear una identificación con ella. Siempre tiene que representar algo. Se necesita leer sobre la historia. En este caso de pescadores, naturaleza, humedales y sus habitantes”, sostuvo Sirena en diálogo con la Cooperativa de Trabajo Ecomedios, quien en breve continuará trabajando en el mural del Club Rosario.

La obra hecha en el mes de diciembre del año saliente, una vez habilitada la apertura, tuvo una semana de concreción. Como en toda planificación, en la realización de un mural intervienen dos partes, el deseo del interesado acerca de lo que se quiere realizar y el asesoramiento por parte del artista para llevar adelante el trabajo de la mejor manera.

La representación humana fue fundamental en la expresión de la pintura, como así también parte de la fauna local. El artista trabajó con técnicas más perennes, por eso involucró materiales como el cemento, cal, arena y cerámicos industriales. Sin necesidad de usar escaleras o andamios, la tarea le llevó varias jornadas. “Estas son estéticas de antaño pero tal vez no muy visibles aquí. La clave es que sea algo más duradero, y evitar que las inclemencias del mar lo afecten”, agregó Sirena.

El artista viaja de manera permanente, hoy radicado en Santa Clara del Mar, próxima a Mar del Plata. El año 2020 fue muy difícil para su profesión. “En épocas difíciles lo primero que se corta es lo nuestro, porque es lo que menos se necesita. El concepto de arte público debe ser concebido como arte colectivo”, afirmó. Agregó que una vez finalizada la obra, ya no es suya sino de la comunidad.

Nota completa en la edición N° 56 de Ecos Puntaltenses