Fue en la jornada del sábado pasado, organizada por la Estación de Rescate de Fauna Marina Guillermo “Indio” Fidalgo –EFRAM- junto al Puerto de Bahía Blanca, y voluntarios y voluntarias

Se desarrolló en dos turnos, por la mañana y por la tarde, en las que las 120 personas, y otras quince colaboraron en el desarrollo de la actividad, más el equipo de la empresa de recolección de residuos.

Se limpiaron 800 metros lineales, que representan una franja de más de 1,5 hectáreas de costa, el equivalente al diámetro de toda la Plaza Rivadavia. 

Leandro Marbán, miembro de EFRAM, afirmó que se consiguió juntar un gran número de residuos, “fueron más de 1600 bolsas de residuos que llenaron unos cuatro contenedores de gran tamaño del tipo roll-off y otros nueve volquetes, lo que -sumado a otros elementos de gran tamaño como cubiertas, cajones plásticos, televisores, colchones y sillones- se estima representan unas 15 toneladas removidas”. 

Esos residuos, su mayoría botellas y otros elementos plásticos, quedaron depositados en el predio adyacente a la Central Termoeléctrica Luis Piedrabuena. Se evaluarán y separará todo aquello que pueda ser destinado para su reciclado, con el fin de evitar su deposición en el relleno sanitario. 

Además, indicó que todo se logró sobreponiéndose a otros factores como la complejidad del ambiente natural que incluye arbustales cerrados y una línea de costa que además del barro como protagonista también cuenta con la presencia de los restos de espartinas que se entremezclan con los desechos, el clima caluroso y las medidas sanitarias de protección que nos trajo esta pandemia.

Primera experiencia

“Teniendo en cuenta que nunca se había desarrollado una actividad de este tipo a una escala tan grande, la actividad fue por demás exitosa. Sobrepasó nuestras expectativas”, expresó Marbán.

“No sólo por la cantidad de residuos removidos, que más allá del número el cambio en el paisaje ya es notable, sino también por la excelente predisposición de los voluntarios y el trabajo colaborativo entre quienes organizamos el evento, que además se trataba de la primera acción que realizábamos en conjunto.”

La experiencia, expresó el voluntario, dejó una base muy valiosa sobre la que planificarán nuevas acciones a futuro. Su objetivo es continuar con la limpieza de la costa restante, y la orilla de enfrente a la desembocadura del Napostá.

Finalmente, Marbán resaltó la importancia de crear conciencia y llevar adelante acciones tendientes a disminuir el aporte de desechos. Entender al sistema como parte de una misma cosa, donde el arroyo, la ciudad y el estuario interaccionan.