El 28 de enero está marcado en el calendario ambiental como el Día Mundial de la Acción frente al Calentamiento Terrestre, estimulando la concientización sobre la grave situación del planeta respecto a las emisiones de dióxido de carbono.

Recordamos que el Protocolo de Kioto es el documento más emblemático de la causa, surgió en la Organización de Naciones Unidas el 11 de diciembre de 1997, entró en vigencia en 2005. Si bien entró en su segunda etapa y demanda medidas concretas, el compromiso de los países responsables de la mayor cantidad de emisiones ha sido muy débil. Estados Unidos, Canadá y Rusia, a pesar de las gestiones internacionales, no lo firmaron.

“Así como debemos estar sensibilizados sobre el cambio climático y los impactos ambientales que ocasiona, los habitantes del planeta también tenemos que abogar por el desarrollo y la aplicación de políticas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero”, afirman desde la Cooperativa Obrera, organización que recuerda la fecha.

Una de las causas del aumento del dióxido de carbono se le atribuye a la deforestación, la falta de gestión de selvas ecuatoriales y tropicales y bosques. El avance de la actividad humana se ha concretado sobre estos espacios a través de la industria maderera, la minería, las infraestructuras petrolíferas y expansión de cultivos.

Las políticas gubernamentales deben fomentar las inversiones en materia de energías renovables, alentar un cambio a combustibles más limpios, mejorar la eficiencia de los procesos de combustión y modificar las tendencias de consumo a través de la educación ambiental.