Infinito por Descubrir lanzó la serie “S.O.S Nativas”, en el que se explica la importancia de conservar el equilibrio en el ecosistema; buscan identificar a las especies que contribuyen a reducir el impacto ambiental y separarlas de aquellas que lo afectan negativamente.

Es conocida la importancia de las plantas en la vida del ser humano debido, principalmente, a que producen el oxígeno que necesitamos para vivir. Además, los ecosistemas que forman son el hogar del 80% de los animales y plantas que viven en la tierra, brindan alimentos para el hombre y los animales, resguardan y conservan el piso de la erosión, protegen las cuencas de agua y nos permiten beberla, mejoran la calidad del aire y son el hábitat de muchas comunidades rurales y pueblos originarios.

Sin embargo, esta cobertura vegetal no puede estar compuesta por cualquier planta. Existe una diferenciación entre las nativas y las exóticas, y cómo afectan al ecosistema. Las plantas nativas son aquellas que se generaron en un lugar determinado hace miles de años, como resultado de varios factores como el clima y el suelo. Crecen sin ayuda del hombre, y forman parte del ecosistema del lugar.

Por otra parte, las plantas exóticas pertenecen a otra región y tienen las cualidades necesarias para ese tipo de clima. El 10% de ellas tiene la capacidad de convertirse en “invasora”, es decir que llega a alterar el ecosistema en el que se integra, y es la segunda causa de la pérdida de la biodiversidad. 

Para que una planta se considere invasora debe vencer las barreras geográficas, ambiental local, reproductiva, de dispersión y de resiliencia. Una vez instalada, compiten con las especies nativas por los recursos como el agua, los nutrientes y la luz, depredan sus fuentes de alimentos y, eventualmente, puede llegar a reemplazarlas. 

A su vez, puede alterar el ecosistema nativo y los nutrientes del suelo, generar disrupciones en las cadenas alimentarias e incluso destruir la estructura del aire, ya que alteran las condiciones de temperatura y precipitación, dañando comunidades biológicas. También pueden modificar los cursos de agua y aumentar la salinidad de los suelos empobreciendo la vida silvestre y reduciendo el valor recreativo y reproductivo de la tierra.

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