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Si hablamos sobre una posibilidad de construcción de vivienda ecológica, sustentable y cooperativa, sin dudas el barro es la principal opción.
Cada vez son más las personas que se animan a construir sus viviendas con barro y materiales reciclables. Este tipo de construcción representa un acto más profundo, ya que entre familia, amistades y naturaleza se genera un reencuentro.
Nilce Acosta, metió sus manos en el barro y logró construir su hogar con el apoyo de su gente. Hoy, nos cuenta cómo ha sido esta experiencia.
“Un día, con mi pareja nos pusimos a reflexionar sobre la vida, el alquiler, la vida que queríamos darle a nuestros hijos. Entonces ahí despertó el deseo de irnos al campo y construir en barro. Tardamos más o menos 3 años en construir, pero los dos primeros se avanzaba solo los domingos y el último año ya nos instalamos para avanzar todos los días”.
Nilce cuenta que se capacitó con Marian Bartolomé e investigó mucho en internet. Hoy, su casa está hecha con tierra, arena, piedra, arcilla, ferretes, botellas de vidrio para el ingreso de luz, pallets de madera o troncos caídos para el techo y recortes de cerámicos que fueron recibiendo. En cuanto a el diseño, formas y colores salieron de dibujar la casa tal y como ellos la querían.
“Los límites son mentales, las posibilidades fueron infinitas, no tuvimos que preocuparnos por cuestiones económicas , no tuvimos que sacar préstamos ni endeudarnos con los materiales. Construir no representó un sacrificio, fue más bien amor y disfrute. Creímos y creamos.”
Nilce destaca la importancia de saber pedir ayuda; la constricción de su vivienda fue comunitaria y muchas manos se sumaron a embarrarse para crear, incluyendo la de los niños y niñas. A su vez, esa ayuda fluye por lo que ellos también ayudan en las construcciones de otras viviendas y se van creando círculos.
“El barro es mágico. Es un gran regulador de temperatura y humedad. Es una casa viva, que va cambiando con las estaciones. Y enérgicamente hay paz y descanso. La sensación de resguardarse en una cueva a tal punto que internet solo tenemos en la cocina, porque no logra cruzar las paredes”, concluyó.
En sus redes sociales Nilce ha publicado una bitácora de su experiencia construyendo y habitando su casa e invita a contagiar la construcción de este tipo de viviendas que no generan impacto ambiental.
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