Alquimia literaria
Eugenia Josefina Rodríguez Castelli, escritora 1

Por Lucía Argemi, para la Cooperativa de Trabajo EcoMedios Ltda.

Desde su laboratorio creativo, donde distintos procesos, la filosofía y la naturaleza se encuentran, Eugenia Josefina Rodríguez Castelli destila la esencia de su ser en cada verso y párrafo. Su obra, un constante proceso de transformación, invita a reflexionar sobre la propia identidad y conexión con el mundo.

En un constante proceso de autodescubrimiento, ha emprendido un viaje literario que le permitió sumergirse en las profundidades de su ser. A través de la palabra, esta escritora indaga en la pregunta esencial: ‘¿De qué estoy hecha?’, y teje una compleja trama que entrelaza poesía, prosa y ensayos. Con cada verso y cada frase, desvela los hilos invisibles que conectan su interior con el entorno y los saberes filosóficos que moldean su pensamiento.

“Creo en los procesos que se dan en la vida y en las relaciones que tenemos con todo lo que hay afuera, con lo viviente. Y cuando digo lo viviente no solamente es lo que tiene vida, sino también las máquinas, la tecnología, la naturaleza, los humanos, todas las relaciones que se puedan dar. Siempre me enfoco en esos procesos. A veces los siento como movimientos, como que estoy en un gran tejido, que me invitan a bailar”, comenzó.

La también madre de Paulina, militante feminista, guardavidas y estudiante avanzada del profesorado en Filosofía de la Universidad Nacional del Sur (UNS), cree en los procesos como acciones que forman parte de su individualidad. De hecho, dicha institución educativa tiene un lugar de relevancia en su vida. “Mi poesía o mi escritura está unida con todo lo que aprendo junto a los profesores en la universidad, lo que aprendí en la vida y todo esto que soy. Creo en un ser que se va construyendo, que se va rompiendo, que se va armando, que se va configurando con todo lo demás; un ser colectivo”, dijo.

En cuanto a los tres géneros que encarna, los considera como herramientas que benefician la diversidad. “Por ejemplo, la prosa es distinta a la poesía. También me gusta el ensayo, porque tiene que ver con el relato. Trato de hacer una torta con los tres, como si fueran ingredientes.  Creo que son muy generosos, amables y nobles, tanto a la hora de leerlos como de escribirlos. Te habilitan a jugar y permiten la otredad”, explicó.

Un alma al descubierto

Durante la infancia, escribía como una forma de denuncia o manifestación de lo que le pasaba. Una medio de desahogo. Un canal para sacar afuera todo aquello que le sucedía. Si bien con los años, un poco continúa siendo una herramienta de protesta, porque hay una postura ideológica, sumó otras temáticas como la naturaleza y los elementos que habita, desde el agua o la arcilla. Es decir, su arte literario hoy es una reunión de experiencias, emociones y reflexiones.

“Todo se sintió más fuerte en la universidad, porque nos prepara para investigar, para dar clases, para escuchar al otro y para escribir. Tuve fuertes contradicciones porque, por un lado, escribía poesía y, por el otro, había una escritura más académica. Pero en el fondo, los profesores respetaron totalmente mis formas y vieron que mezclaba un poco, o por lo menos tenía como una especie de escritura académica y poética a la vez. Eso gustó mucho y hasta el día de hoy me lo siguen respetando”, contó.

En 2020, publicó su primer libro ‘Caleidoscópica’, que tiene mucho que ver con el agua, con la naturaleza, con el barro; “Con preguntarme quién soy, de qué estoy hecha”. Y, a fines del 2024, y tras un largo proceso que había comenzado por el 2018, le dio vida a ‘Naturaleza’. Un trabajo en conjunto con la ilustradora y diseñadora, Maira ‘Mailo’ Lorena Graff. “Tiene esa idea de mostrar también los procesos que hay en el mundo, en lo viviente. Todos los movimientos que se generan”, detalló.  

En la actualidad, la autora trabaja en dos obras: una que la tiene entre dos opciones de títulos, pero que ya está en su punto final, y otra formada por pequeños relatos eróticos que hablan sobre la diversidad de género y ocurre en una quinta, con plantas, una huerta y animales, entre los que pasan cosas de noche. La historia inspirada en su propia vivencia, ya que habitó una huerta de pequeña junto a su abuelo que siempre la cuida, sigue con la revisión de las cuestiones en torno a la que los seres humanos se constituyen.

Con la intención de trascender las palabras y conectar con el lector a un nivel visceral, para generar un diálogo interno, Eugenia Josefina Rodríguez Castelli, refuerza su compromiso con una literatura que alimenta la mente, conmueve y transforma. “Me gustaría que mi escritura haga pensar, haga sentir, irrumpa, sea revolucionaria. Que toque el cuerpo, que toque el alma. Que habilite, que permita, que acompañe. Y hasta que genere rechazo. Creo que esas son las acciones que me gustarían”, finalizó.

Los y las interesadas en conocer su obra, pueden visitar su Instagram personal, o los perfiles de ‘Caleidoscópica’ y ‘Naturaleza’.

Categoría: COMUNIDAD EDB
2025-01-17 12:59:15
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