El largometraje que se sigue considerando el clásico navideño por excelencia.  

It’s a Wonderful Life (1946) de Frank Capra fue rodado en blanco y negro y ambientado en las primera mitad del siglo XX, pero sigue superando la prueba del tiempo.

Mezcla de comedia y drama en la que domina el segundo, su trama sucede en el pueblito ficticio de Bedford Falls, donde vive George Bailey –James Stewart-, un ser generoso que antepone sus responsabilidades a sus deseos, hasta que sufre una crisis personal que le hace desear no haber nacido, aunque es Nochebuena  y su ángel de la guarda tiene algo que opinar al respecto. Un giro fantástico que la emparenta con el Cuento de Navidad de Charles Dickens, clásico de la literatura anglosajona.

Capra (Sicilia 1897- California 1991), que comenzó su carrera en el periodo  silente y se consagró como uno de los directores más influyentes de Hollywood con los cinco Oscar ganados por Sucedió una noche (1934) –incluido el de mejor dirección-,  supo transmitir con una maestría -que disimula ciertas secuencias sensibleras- el efecto profundo que pueden tener los actos más pequeños, con ayuda de un protagónico notable de James Stewart en contrapunto con Lionel Barrymore como  villano materialista, acompañados por la evocadora banda de sonido compuesta por Dimitri Tiomkin.

Un clasico que no consiguió un gran caudal de público en su estreno, pero fue ganando status de culto y de infaltable para las fiestas de fin de año.

Ficha técnica/ Dirección: Frank Capra. Guion: Frances Goodrich, Albert Hackett. Música: Dimitri Tiomkin. Fotografía: Joseph Biroc, Joseph Walker. Intérpretes: James Steward, Donna Reed, Lionel Barrimore, Harry Travers.   Origen: USA – 1946. Calificación: Apto para todo público.