El británico Ridley Scott retornó a la épica romana de su trabajo más premiado.

Dos largas décadas después de Gladiador (2000), Ridley Scott accedió a rodar algo a medio camino entre la remake y la secuela, ya que los personajes son otros –salvo en el caso de la Lucille de Connie Nielsen y el Dracco de Derek Jacobi-, pero cumplen las mismas funciones en una trama con la misma estructura, locaciones similares, varias escenas calcadas hasta en el encuadre y las referencias de rigor.

El protagonista es Lucius, que odia a Roma a pesar de ser romano y lucha para evitar que conquisten Numidia, la tierra donde se ha exiliado y formado un hogar.

Las legiones romanas vencen, él es tomado prisionero y destinado a morir en  un espectáculo público, pero su deseo de venganza lo sostiene y lo convierte en un gladiador que termina peleando en el mismísimo Coliseo, frente a los tiranos Geta y Caracalla.

Hay detalles históricos modificados según la conveniencia de un guion que intenta ser dramático por acumulación de intrigas palaciegas, traiciones, anagnórisis y  entrelineas a la corrupción del poder, aunque apenas sirven de intervalos para las secuencias espectaculares y sangrientas en la liza y los campos de batalla.

Lo más destacado es el elenco encabezado por el irlandés Paul Mescal en modo guerrero, Pedro Pascal como general romano y Denzel Washington como un ambicioso sutil y lo más flojo el CGI que se percibe como tal, en particular en la escena de los babuinos furiosos.

Sin hacerle sombra al primero, Gladiador II funciona como entretenimiento porque Scott tiene oficio, mientras deja flotando la posibilidad de una tercera entrega, que seguramente no demorará tanto.

Ficha técnica/ Dirección: Ridley Scott. Guion: David Scarpa. Música: Harry Gregson-Williams. Fotografía: John Mathieson. Intérpretes: Paul Mescal, Connie Nielsen, Pedro Pascal, Denzel Washingon. Origen: USA, UK, Marruecos, Canadá – 2024. Calificación: Sólo apto para mayores de 13 años.