David Bustozoni es docente y comunicador. Si bien conoce sobre la fuerza expresiva de la poesía y la seriedad del ensayo, su enfoque está en la enseñanza del acceso a la alfabetización digital.

Con una trayectoria literaria a la que define acotada, sobre todo en relación a la cuestión estética, durante su adolescencia fue que tuvo un primer acercamiento a la composición poética, a través de talleres. A la producción de textos, la descubrió desde el lugar de la lectura, la formación e incluso el trabajo, cuando se encontró con la escritura para otros y otras.

“En paralelo, se fue desarrollando mi profesión con lo que tiene que ver con la alfabetización digital y desde ese lugar me vi en la necesidad de redactar cada vez más. Ahí me fui amigando con la idea de escribir, algo que muy recientemente reconozco como una de esas cosas que hago, con mucho respeto y entendiendo que es un oficio que nunca se termina de aprender”, afirmó.

Respecto a la lectura, en la actualidad le interesan más los ensayos y textos sobre cuestiones históricas, que la ficción. Si bien intenta incursionar en la literatura ficcional, le cuesta hacerse el tiempo y el hábito, y se considera una persona propensa a las distracciones que nos ofrecen los aparatos tecnológicos.

“Escribo porque usar el lenguaje nos libera las ideas y las lleva a un lugar donde podemos hacer algo con ellas, y que no queden en la cabeza. Además, particularmente me encuentro con muchas adversidades y escribir me ayuda a verlas y a encontrar intersticios para colarme y ver qué posibilidades tenemos, especialmente en esta Argentina del sur global, en 2024”, explicó.  

Jugar con el lenguaje

El mundo literario es muy amplio. Por ello es muy probable que, dentro de este, los y las autoras elijan el lugar propicio para desarrollar sus universos creativos. “La poesía creo que tiene esa licencia de que no necesita una fundamentación. Es algo en lo que se puede ser hasta espontáneo y que puede generar una respuesta en la persona que lee. Esa capacidad de interpelar me parece que es muy interesante”, dijo.

Asimismo, publica textos de divulgación constantemente. “Por ejemplo, en el caso de lo digital hay toda una cuestión antropológica y etnográfica que tiene que ver con el uso de la tecnología y cómo eso nos define a nivel identitario.  En mi caso, algo sobre lo que escribo, da cuenta de la relación que tenemos con lo digital”, detalló.  

Consultado sobre las posibilidades a nivel local para desarrollar un camino escritor, David reflexionó: “Bahía Blanca concentra muchísima oferta cultural del Gobierno Provincial, a través de los centros de formación y de las escuelas de arte. Además, está la Cooperativa Cultural Trafkintu, de la que formo parte, donde hacemos una promoción explícita de lo literario. Por eso, creo que es un sector artístico pujante en nuestra ciudad; distintivo ya prácticamente”.

A futuro le gustaría que lo que hace se volviera más cotidiano. “Quiero que lo conozcan muchas personas y que les resulte útil. En eso soy un escritor medio utilitarista. Si bien busco un sentido crítico, me interesa dar información que habilite saberes y micro habilidades; que transforme en algún punto a la persona que lee porque existe algo y lo que escribo puede funcionar como un puente”, finalizó.

Los y las interesadas en conocer más sobre sus producciones y propuestas, pueden visitar su Instagram, donde además encontrarán enlaces a distintas plataformas con sus publicaciones.