Las localidades pequeñas del interior bonaerense encontraron en el asociativismo la herramienta para solucionar problemas de infraestructura y servicios.

La Usina Eléctrica Popular de La Niña Cooperativa Ltda. surgió en 1957 ante la necesidad de la comunidad de contar con servicio eléctrico. En 1963 ya contaban con esa prestación, y continuaron buscando la manera de proveer de agua potable, servicio de sepelio, televisión por cable e internet. En el caso de este último, articularon con la Cooperativa de Quiroga, y desde 2010 concretaron la primera conexión de línea.

En ese sentido, el referente de la entidad, Miguel Ángel Cabrer, contó que “a veces tenemos dificultad porque la demanda es tan grande que no nos damos abasto. Ahora tenemos pedidos 80 megas más que, si nos diera, ahí ya podríamos normalizar un poco. Internet comenzó como una distracción, pero hoy es una necesidad y una forma de comunicarse. Pasó a ser un servicio esencial”.

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