Una iniciativa que vuelve con el mismo objetivo económico que las ediciones previas.

Precios increíbles en todos los cines, reza la publicidad de esta cuarta edición de la llamada Fiesta del Cine, que este año ya tuvo otra previa del 22 al 28 de febrero.

Traducido a un idioma más realista sería: las salas tienen una convocatoria tan pobre por causa de la recesión económica que en vez de competir como siempre los exhibidores se ponen de acuerdo para bajar el precio de las entradas y así tentar a las y los espectadores – los que normalmente no acostumbran acudir a las salas o que quieren pero no pueden por tener el bolsillo ajustado-; para disipar la calma chicha y sacar unos pesos extra.

No “todas las salas” en realidad, pero sí la mayor parte de las cadenas que desde el jueves 26 de septiembre al miércoles 2 de octubre –la típica semana cinematográfica argentina- ofrecerán entradas a precios más accesibles y combos especiales a confirmar en cada sala, entre otros beneficios.

La promoción incluirá todos los títulos que estén en la cartelera de ese momento –incluidos estrenos, formato 3D y Turbo-, aunque también se sumarán reestrenos, particularmente de los éxitos de este mismo año.

Una oportunidad para disfrutar del cine en el cine, con o sin pochoclo incluido.

Detalles específicos sobre las salas incluidas y la programación se pueden consultar en la web oficial del evento.