A 35 años de su lanzamiento fue reestrenado el largometraje que inauguro la invasión de superhéroes.  

El cine desarrolla tramas superheroicas desde el período silente y una de las pioneras fue la francesa Judex (Louis Feuillade; 1916), cuyo arquetípico protagonista enmascarado que luchaba contra la corrupción y esporádicamente se rodaron las aventuras de uno u otro personaje en todo el siglo XX, en particular los estadounidenses durante y después de la Segunda Guerra Mundial.

Hasta que el estreno del Batman de Tim Burton en 1989, le devolvió al vigilante ricachón de DC Comics el carácter trágico que la serie pop encabezada por Adam West en los 60 le había quitado.

El director lo reinterpretó como un thriller oscuro como el caos de Ciudad Gótica- seudónimo de New York-, donde el Batman interpretado por un Michael Keaton en modo introspectivo,  enfrentaba al Joker de un Jack Nicholson desbordado y pintarrajeado, mientras flirteaba con una periodista encarnada por Kim Basinger.

Fue un éxito rotundo al son  de varios temas de Prince, que convirtió los 35 millones de dólares del presupuesto en más de 400; le dio libertad creativa a Burton –algo que escasea en Hollywood- y convenció a los estudios de que los comics podían atraer audiencias masivas y ganancias masivas, comenzando una marea que persiste aunque ya parece en bajante.

Una suerte de hito que todavía puede verse con agrado –fans de Christopher Nolan abstenerse-; y especialmente en la gran pantalla para la que fue concebido y a la que ha vuelto en modo aniversario.

Ficha técnica/ Dirección: Tim Burton. Guion: Sam Hamm, Warren Skaaren. Música: Danny Elfman. Fotografía: Roger Pratt.  Intérpretes: Michael Keaton, Jack Nicholson, Kim Basinger, Jack Palance.  Origen: USA – 1989.