El Centro Luis Braille celebrará su aniversario con una serie de actividades que tienen como objetivo festejar con la comunidad, y juntar recursos para la institución.

El jueves 19 de septiembre, el Centro Luis Braille cumple 65 años de trabajo en Bahía Blanca. Su historia comenzó en 1959, cuando un grupo de personas con discapacidad visual comenzó a movilizarse y a crear conciencia respecto a la necesidad de fundar un espacio que pudiera prestar servicios en esa área.

Luego de varias reuniones e intercambios de ideas surgió el Centro Luis Braille, ubicado por entonces en una modesta oficina de Drago 26. A lo largo de los años, la institución creció, y brindó posibilidades a quienes buscaban rehabilitación.

Desde 1969 tiene su sede en Thompson 44, una antigua casona que, paulatinamente, fue remodelándose de acuerdo con las necesidades que fueron surgiendo. Así, comenzaron con la enseñanza del sistema de lectoescritura Braille, fundaron un Taller Protegido, una Biblioteca Popular con un gran catálogo de audiolibros, y distintos cursos y talleres.

Respecto a la importancia que tiene el Centro, su referente Federico García, contó: “Es muy significativo que exista este espacio. En general no hay instituciones pensadas desde una mirada integral para personas con discapacidad visual, hay muy pocas en el país. Tener un lugar como el Centro Luis Braille es importante, genera referencia”.

Actividades vigentes

Más allá de la situación económica, grandes dificultades para cumplir con sus compromisos mensuales y una deuda difícil de afrontar, la institución atraviesa un proceso de transformación, reinventándose ante los desafíos y las oportunidades que se presentan.

Además de sus actividades comunes, la Biblioteca viene creciendo en su catálogo de audiolibros, con el apoyo del Voluntariado dedicado a esa tarea, y a través de grupos de Whatsapp se forman comunidades de audiolectura, en las que participan personas con discapacidad visual de todo el país, e incluso de otros.

El área de Rehabilitación ofrece distintos servicios, que se configuran en función de las personas a quienes se acompaña. Esto incluye el aprendizaje del uso del bastón blanco o verde, informática accesible, educación física, espacios de psicología individuales y grupales, acompañamiento desde el Trabajo Social, y Lectoescritura Braille. Asimismo, este año se comenzó a trabajar más en profundidad con las personas con baja visión, en colaboración con la carrera de Óptica y Contactología de la Universidad Nacional del Sur.

En conjunto con la Biblioteca, se articulan distintos talleres socioeducativos.

En el Taller Protegido se viene trabajando en la diversificación de la producción. A los históricos cepillos y bolsas, el año pasado sumaros una línea de fragancias. En 2024 incorporaron la producción de cuadernos artesanales, en distintas variedades y modelos.

Finalmente, desde la entidad se realizan distintas acciones tendientes a convertir a la ciudad en un lugar más amigable para las personas con discapacidad visual.

“Es un lugar que, más allá de que nosotros lo vivimos desde lo local, y es cierto que la comunidad bahiense quiere y acompaña, es un Centro que atraviesa las fronteras de la ciudad y llega a muchos lugares del país”, indicó García, en comunicación con El Digital de Bahía.

En esa línea, destacó que “hay gente que está en lugares más aislados, que no tiene un Centro al que asistir, pero puede estar en un grupo de WhatsApp, conectados con otras personas que están en la misma. Tener un espacio de conversación, donde se hacen amistades, es muy significativo. Genera vínculos, inclusión, y en lo concreto, a partir de los que asisten a la institución físicamente, genera una vuelta a la vida. La persona que se queda ciega o pierde la visión, en principio suele aislarse porque no sabe qué hacer. Y reencontrarse con la posibilidad de seguir viviendo de otra forma, pero seguir viviendo, es muy importante”.

“Esto se ve todos los días. Agradecen el espacio, porque les salvó la vida. Conocen amigos, encuentran gente que hace muchas cosas, con espíritu de moverse, de alegría, y renueva su esperanza”, afirmó.

Dar una mano

En el marco de los festejos, el domingo 6 de octubre se realizará un almuerzo en el Centro de Jubilados de Ingeniero White. Las entradas tendrán un valor de diez mil pesos, y se pondrá a la venta un Bono Contribución de cinco mil pesos para quienes puedan y quieran aportar económicamente, pero no asistan al evento.

Por otro lado, invitan a quienes tengan Retazos de Memoria a compartirlos al mail direccionbraillebahiablanca@gmail.com. Pueden ser fotos, recortes de diarios o producciones vinculadas a la historia de la Institución.

Las entradas están a la venta en la Secretaría  de Thompson 44, de lunes a viernes de 8 a 14hs, o por Whatsapp al 2914 18-0355.