Los logros deportivos de los y las jóvenes constituyen una parte fundamental del patrimonio de una ciudad, ya que enriquecen su historia y fomentan el sentido de comunidad. En ese marco, Isabella Roldán se convirtió en la primera bahiense que jugó un Mundial de básquet femenino.

La Copa del Mundo U17, que tuvo lugar en León e Irapuato, Guanajuato, México, se desarrolló del 13 al 21 de julio pasados. Siendo la de menor edad del equipo, porque tiene 15 años, la pivot que actualmente juega en el Club 9 de Julio, tuvo una gran participación ya que fue una de las máximas anotadoras.

“Haber podido participar de la preselección para mí fue una locura. Ir con una categoría más grande, que a lo mejor a mí no me correspondía, ya iba a estar bueno. Estaba en un shock terrible, porque fue emocionante pensar que iba ir a un Mundial siendo tan chica. Cuando pasaban el himno en los partidos tenía un nudo en la garganta, no sabía cómo me sentía”, dijo la jugadora.

Consultada respecto a la puntuación final obtenida, sostuvo: “Creo que los resultados no demostraron todo lo que nosotras sabíamos hacer. Esto nos sirvió muchísimo, porque fue un shock de realidad sobre cómo está la Argentina hoy por hoy en el básquet. Es muy complicado. Nuestro país no se puede comparar con ninguna infraestructura. Con lo poco que tiene llegó a ser el 16° de 192 países”.

Motivación para continuar

Si bien se enteró por noticias de las redes sociales que había quedado seleccionada para integrar el equipo mundialista, la llegada del mensaje con la confirmación fue muy movilizadora. De la mano de la DT Paula Budini, al grupo lo completaban las argentinas Juana Barrionuevo, Fiamma Solis, Isabella Ingenito, Milagros Morell, Isabella Boullón, Sofía Novoa Ferrari, Abril Fernández, Sol Depetris, Renata Scordo Hernández, Abril Ochoa y Francisca Canello Novelli.

“El básquet para mí es mi vida básicamente. Es una pasión que viene de familia, que me inculcaron desde muy chiquita, y que me permite conectar mucho con mi abuelo y mi papá. Cuando volví a Bahía, mis compañeras me recibieron con una sonrisa enorme. Todas están emocionadas con que me vaya bien. A veces, las más chiquitas, me toman de ejemplo y quieren entrenar con nosotras, las más grandes. Siempre es muy lindo volver”, contó.

Para finalizar, y tras la participación que seguramente recordará toda su vida, expresó sus deseos para lo que es el deporte del básquet femenino local: “Me gustaría que todos los equipos de femenino puedan ser competitivos, que ya no haya partidos donde uno gane por bastante diferencia; y que todas pudiéramos participar de la Liga para tener idea del nivel en el que estamos en Bahía”.