Una experiencia al alcance de todos los cuerpos
Yoga- profe Valentina Giorgi 4

El 21 de junio es el Día Internacional del Yoga. En ese marco, dialogamos con la instructora para niños, niñas, adultos y adultas, Valentina Giorgi, quien hace de dicha práctica una aventura maravillosa.

El yoga es una actividad inclusiva y accesible para todas las personas, que se adapta a cualquier condición y capacidad física. Además, lo que para Valentina implica una filosofía de vida, fomenta la autoconciencia y la conexión mente y cuerpo; ayuda a mejorar la flexibilidad, fortalecer los músculos y mejorar la postura; y es una forma efectiva de aliviar el estrés y ayudar a encontrar equilibrio y calma en medio de la vida cotidiana.

“Nos permite conectar no solo con nuestra parte física, con nuestro propio cuerpo, tomar consciencia, conocerlo y trabajar con él, sino que además atraviesa todo lo que es la parte mental, emocional y, si se quiere, espiritual, desde un recorrido personal, que nos lleva a conectar con esa esencia divina que todos tenemos adentro y con lo que sea que se crea a nivel espiritual”, comenzó.

Con la certeza de que adentro de la colchoneta no hay lugar para formas de vestirse específicas, ni edades, comparte si instrucción con todas las franjas etarias. “Doy clases a infancias desde los tres años. Se trabajan mucho los principios del yoga, que tienen que ver con la no violencia ni con uno mismo ni hacia los demás; el respeto por el propio cuerpo y el ajeno; con poder aceptar y atravesar las emociones de una manera saludable y consciente”, enumeró.

También, va de la mano con el concepto de la crianza respetuosa: “Esto de ser pacientes con los sentimientos de los niños, que los límites sean puestos de una manera amorosa, que se les dé el espacio para que puedan explorar sus capacidades y emociones. Y lo lindo es que el eje transversal es el juego. Los chicos se divierten mucho y después les encanta enseñarles yoga a las familias y amigos, y lo llevan a sus jardines. Es un espacio donde se sienten cómodos y pueden ser, libremente”, aseguró.

Múltiples beneficios

En el caso de los y las adolescentes, la instructora reconoció que al tratarse de una etapa tumultuosa, en la que el cuerpo puede llegar a generar vergüenza, es importante tener en cuenta que la práctica no se fija en los aspectos físicos. Asimismo, hace foco en el respeto por uno mismo y hacia los demás; es libre de bullying, de pensamientos negativos y un espacio para serenar y ordenar sentimientos y emociones.

“En el caso de los adultos, me gustaría dividirlos respecto de los adultos mayores. Para los primeros es un espacio libre de estrés, de toda la presión diaria y social del día a día, de las responsabilidades. Es el mimito, el rato para ellos. En el caso de los segundos, es el momento en el que descubren que todavía pueden con sus cuerpos, a pesar de sentirlo rígido o de que no responda como cuando eran más jóvenes. Es encontrarse con un montón de cosas que pueden hacer bien, y eso los hace renovar su autoestima”, explicó.

Por otro lado, trabaja con niños, niñas y adolescentes con diversidad funcional: “Las diferentes capacidades y patologías, también tienen un lugarcito en el mundo del yoga y les hace verdaderamente muy bien. Ahora estoy trabajando con chicos con autismo, algunas cuestiones del desarrollo y Asperger. Es muy lindo ver cómo encuentran un espacio para serenarse y, quizás no de la manera convencional, lo pueden hacer y sentirse bien con ellos mismos”, dijo.

Una invitación a sumarse

A Valentina siempre le interesó el yoga como disciplina y actividad física. Con la llegada de la pandemia, que la encontró con su hijo recién nacido, aprovecho la oferta de cursos virtuales e hizo uno de yoga infantil. No solo le pareció excelente para aplicar con su niño, sino que le abrió un mundo de posibilidades.

“Hice el instructorado de yoga infantil, el de Hatha Yoga para adultos y el de meditación. Actualmente estoy transitando el segundo año de un profesorado de Ayurveda Terapéutico, porque me gusta esto de poder adaptarlo a cualquier condición y capacidad física. Encontrarme con esto fue hacerle caso a la vocecita interna que me decía que era por acá, y no lo dejé más. Es algo que disfruto y me gusta mucho, porque me permite sacar mi creatividad. Todas mis clases son distintas”, detalló.

Para finalizar, le pareció importante concientizar respecto a la mala idea de que la actividad es aburrida o que para realizarla es necesario ser híper flexibles. “Todos pueden venir a hacer yoga. Las clases son muy divertidas y nos hacemos bien en todos los aspectos. Animo a quienes lea la nota, a que se den el lujo de animarse a probar, porque es un caminito de ida”.

La profesora brinda clases en distintos espacios: en Gorriti 780, a partir de las 18:30 hs., los lunes para las edades de seis a ocho años y los miércoles para cuatro y seis años; en el jardín ‘Tía Gimena’, Alvarado 1063, los jueves de 17:45 a 19, para niños y niñas de entre tres y seis años; en la Sociedad de Fomento Barrio San Roque, P. Acosta 21, los lunes y miércoles a las 15 hs., para adultos y adultas; y en CEDIN, Gorriti 284, junto a la Terapeuta Ocupacional Cecilia Argañin, para niños, niñas y adolescentes con diversidad funcional: de cinco a ocho años, los jueves de 13:30 a 14:30 y de 11 a 15 años, el mismo día de 14:30 a 15:30 hs. Más información en Instagram o al WhatsApp 291 5723013.

Categoría: Iniciativas
2024-06-20 14:54:16
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