El Club de Observadores de Aves (COA) ‘Loica Pampeana’, se propuso informar respecto a las especies que forman parte del patrimonio local y regional, con la premisa de que conocer es la mejor forma de promover su cuidado y conservación.

El COA pertenece a una red, con más de 100 clubes a lo largo y ancho del país, que está coordinada por la asociación Aves Argentinas. En el caso puntual de la sede bahiense, surgió a partir de un grupo de amigos Biólogos, estudiantes de Biología, Guardaparques, y otras personas vinculadas con el ambiente, que tenían la inquietud de acercar a la gente con la naturaleza.

La propuesta abierta a todo público, en la actualidad, cuenta con unos 15 integrantes que también pertenecen a otras ramas profesionales, que aportan sus miradas al objetivo de dar a conocer el patrimonio de especies, en beneficio de su puesta en valor y conservación. También replican actividades, como los censos nacionales de aves acuáticas o los safaris naturalistas de ArgentiNat.

“Lo que más hacemos son salidas para observación de aves, que son más de interpretación, porque siempre aparecen plantas u otras especies que se muestran y nos interesan. A partir de ahí se vincula a la gente con el ambiente y sus especies para que lo conozca, valore y defienda. Respecto al nombre, surgió  porque se trata de una especie  amenazada de nuestros pastizales. Decidimos llamarlo así para que se dé a conocer su problemática, y es algo que tratamos de abordar en las salidas”, explicó la doctora en Biología y coordinadora del Club, Natalia Cozzani.

Patrimonio natural

“Nuestro partido al estar ubicado en esta mezcla de ambientes: pastizal, espinal, costa, el mar, cuenta con una gran diversidad de aves. También por la ubicación que tenemos en el país, recibimos migrantes de todos lados y estamos contantemente observando aves de paso. Por ejemplo, en primavera y verano, vienen los churrinches o las tijeretas del norte. Y están los migrantes de largas distancias, chorlos y playeros, que vienen desde ártico”, detalló.

Asimismo, están las residentes: “La loica pampeana en el pastizal,  el cardenal amarillo en el espinal y la gaviota cangrejera en la costa.  Son muchos ambientes súper diversos que permiten observar mucha fauna distinta. También está el loro barranquero. Tenemos la única colonia urbana. Nadie pasa por Bahía sin haber visto o escuchado uno. Es muy emblemático y creo que tendríamos que valorarlo y mostrarlo un poco más”, dijo.

A Natalia siempre le pareció muy gratificante poder vincularse con la naturaleza. “Con la carrera me movieron más las aves y me terminé enamorando de observarlas y quedarme admirándolas. Además, el hecho de salir con amigos y gente con la que uno la pasa bien, te motiva. El Club es un lindo plan”, finalizó, sin dejar de resaltar la importancia de informarse para respetar y ser más tolerantes con todo el entorno natural.  

Quienes quieran sumarse o saber más al respecto pueden visitar el Facebook o Instagram, redes a través de las que difunden todas sus propuestas e información sobre las distintas especies.