Azurah Historietas es un emprendimiento personal que nació a partir de la necesidad de la artista de compartir sus vivencias, experiencias, pensamientos y sentimientos. Así, el personaje le da voz a planteos y dudas que hacen eco en más de 12 mil seguidores y seguidoras en Instagram.

«Tuve un trastorno de ansiedad social en la adolescencia y a los 17 años entré en depresión, empecé con tratamiento psicológico y surgió el hobbie de dibujar”, contó su creadora. Después de ese descubrimiento, y durante dos años, realizó historietas diariamente que solo eran compartidas con su madre.

Sin embargo, eso cambió a partir de un viaje de mochilera que la llevó a compartir sus historias con más personas, y que fue el puntapié para crear una cuenta de Instagram en la que 2019.

En comunicación con El Digital de Bahía, la artista afirmó: “El arte siempre fue una faceta presente. Pero cuando encontré la historieta sentí que era un mundo en el que me podía quedar un rato para seguir construyendo”.

“En cuanto al personaje de Azurah, fue una extensión natural de mi necesidad de decir lo que pensaba y sentía después de tantos años con las palabras atoradas en la garganta. Escribo todo el tiempo, en todos lados. Es normal verme en algún momento de una fiesta, en un rincón con mi cuaderno. Y, a partir de esa recolección vivencial, se desprenden las historietas”, contó.

Más que imágenes y palabras

En cuanto a las temáticas que aborda en sus historietas, van desde salud mental, formas de vincularse, y desarrollo personal, a artes circenses, procesos creativos, valoración del mundo natural, la diversidad y sexualidad, feminismo y veganismo, entre otros.

“El mundo siempre es más de lo que podemos abarcar, así que toca elegir para no colapsar. Y ahí, me guío mucho por mi deseo y lo que me atraviesa”, explicó, y agregó que, en cuanto a encontrar la voz para expresarse “siento que mi gran maestra es la práctica consciente. En primer lugar, está el llevarte a hacer. Sentarte y enfrentarte a la frustración de todo proceso de aprendizaje, callar a la voz crítica que te dice que lo estás haciendo no está bien. Porque, al principio, no te va a gustar lo que hagas”.

En esa línea, continuó: “Es así, persistir frente al cuaderno y aprender a disfrutar de esos primeros bocetos. Y paralelo a la práctica, es la conciencia y atención que depositamos en la creación. La conciencia te permite saber en qué lugar estás parada, para decidir y ver más claros los caminos que tenés. En la creación artística hay mucho de seguir el instinto, que con la práctica se afina y te lleva a lugares que se sienten cada vez más certeros, y también desafiar ese primer impulso y pensar racionalmente en nuevas maneras de crear una viñeta, por ejemplo”.

Consultada sobre la repercusión de su arte, la creadora de Azurah aseguró que “cuanto más tiempo tardo en atravesar un proceso y lograr plasmarlo, más repercusión tiene. Hay historietas que las hago en unas horas. Hay otras que llevan procesos internos de meses o hasta años. Cuando logré hablar del trastorno de ansiedad social, por ejemplo, fue un antes y un después en mi vida. Mucha gente que me quería se enteró por la historieta y pude rehacer varios vínculos gracias a que entiendan por lo que había pasado. Y así a la inversa. Muchas personas me agradecen poder plasmar lo que a elles les cuesta. Y eso es lo más gratificante que me dio la historieta. Porque fue desde esa imposibilidad de decir que surgió Azurah”.

Entre los proyectos para el año 2024, estarán darle continuidad al taller de historietas autobiográficas Es complicado ser humana, en formato grabado y en vivo, trabajar más en colaboración con profesionales de la salud mental para seguir difundiendo esas temáticas; y la creación del libro Volver al eje, una investigación artística sobre el amor y las nuevas formas de vincularnos.

Para conocer más sobre su trabajo, se puede visitar su página de Instagram.