El Secretario General de la seccional Bahía Blanca de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Daniel Gómez, que comprende además de la sexta sección electoral bonaerense, las provincias de Neuquén y Río Negro, se refirió al estado actual del sector en la región bahiense y en el contexto nacional.

En plena industrialización y con consumo interno pujante, La Unión Obrera Metalurgica Argentina en los primeros años de 1970, llegó a tener 500 mil afiliados, que trabajaban y aportan al gremio. En 2001, luego de la pulverización de la economía de las empresas familiares y de los pequeños y medianos industriales, el padrón de afiliados al gremio metalúrgico se estancó en  60 mil afiliados. En la actualidad y gracias al crecimiento industrial propiciado hace años, el gremio cuenta con 300 mil afiliados.

La situación en general de la actividad metalúrgica en la zona de Bahía Blanca, es preocupante, contó Daniel Gómez a EDB, aunque Bahía no tiene características industriales de  empresas grandes. Hoy se está en un estado de resistencia económica, por parte de las empresas pequeñas y medianas, algunas con un poco más de trabajo, otras más paradas. Pero no se han producido, en el sector metalúrgico bahiense, tantos despidos. Se produjo lo que se denomina despidos goteo, se van dando en un lugar y después en otro. Obviamente que es perjudicial, pero no como en otros lados, donde la UOM ha perdido trabajadores de a cientos.

En todas las fábricas, por ejemplo, de la rama informática de Tierra del Fuego se dieron cientos de despidos y fue uno de los sectores más perjudicados. También en algunas zonas del gran Buenos Aires, como el caso de la planta de Bangho en Vicente López. En ese caso, el presidente de la compañía dijo que “no tienía sentido” tener un plantel productivo para generar equipos que vienen de china subsidiados. Y por ese motivo, la dotación de 800 empleados quedó reducida a menos de la mitad.

En esa planta donde se hacían netbooks y notebooks, eso fue si algo directo producto de la quita de aranceles a la importación de productos terminados. Más allá de que desde los gremios se intenta que  no se despidan trabajadores, se produce por la baja de las ventas de las empresas. Sobre ese punto, Daniel Gómez, indicó que es muy difícil reconvertir cierto tipo de fábricas metalúrgicas que se dedicaron siempre a una actividad determinada. Otro rubro muy castigado, que si bien tiene poca repercusión en nuestra zona, pero también es preocupante, es el de la línea blanca, que debido a la importación de electrodomésticos, también tuvo un punto de quiebre y la producción cayó.

En estos años faltó mucho compromiso de muchas empresas en cuanto a la tecnificación, en aprovechar algunas situaciones que estaban dadas en ese momento. Las empresas establecidas en Tierra del Fuego, eran ensambladores, por lo que faltó ese pasito de la fabricación, la producción. En algunos casos creo, analizó Gómez, que se podía haber llegado a suplir y sustituir las importaciones. También, en otros rubros referidos a la UOM, nos vimos perjudicados por el decaimiento de la construcción, que es todo lo que es fábricas de aberturas y demás. En Bahía y la zona, se está intentando mantener el personal. Se necesita mucho tiempo para ir formando al personal, capacitarlo, prepararlo. En ese sentido, las empresas tienen que pensar varias veces antes de desprenderse de ellos, porque después uno es fácil volver a tener otro trabajador formado y preparado para cada tarea y con los años de experiencia necesarios. Ojala esto revierta, pero hoy por hoy la situación es  delicada.

Es un momento en que hay que discutir la paritaria y los salarios están bajos. Vale recordar que la UOM discutirá paritarias en la segunda semana de abril. La inflación es siempre dura para el trabajador. Veníamos de años en que la inflación no se pudo bajar, luego vino el cambio de gobierno y aunque la idea y promesa era terminar con este problema, no se ha logrado; por lo que el salario se viene deteriorando mes a mes. Nuestros salarios son muy bajos y si bien se empezó la discusión paritaria; desde la UOM pedimos entre 31 y 31 %. Si uno charla con cualquier trabajador, los muchos que cobran los sueldos convenio, ni siquiera con eso alcanza tampoco. Pero bueno, va a ser un trabajo arduo y de tiempo, el recuperar el salario metalúrgico.

No solo es la cuestión de la inflación

El deterioro del salario de los trabajadores metalúrgicos, se traduce directamente en la canasta básica familiar y eso repercute en la mesa de cada trabajador. En Bahía tenemos una medición de la canasta básica metalúrgica, medimos en cinco ciudades del país.

Esa medición indicó que un trabajador necesita 15 mil pesos mensuales para poder llegar a cubrir lo necesario para sobrevivir. Quien gana 9 mil pesos por mes de bolsillo, está muy lejos de eso. Es doloroso, uno podría entender que alguien esté bajo los límites de la pobreza por no tener trabajo, pero cuando alguien que trabaja  todo el día para llevar el alimento a su familia  y no lo puede hacer, aun trabajando jornada completa, es muy preocupante.

Este año la negociación paritaria va a ser muy difícil. Lo que pedimos es que el Estado como tercera pata en el asunto, interceda, porque después se nos acusa de querer hacer lío, de que hacemos paro. La UOM tiene una trayectoria de acompañar siempre al dialogo, de hecho, venimos de una época de acompañar mucho al sector empresario en sus reclamos, en sus peleas.

El congreso nacional de la UOM será en la segunda semana de abril; durante este mes ya tendría que estar fijado el nuevo salario. Ojala encontremos alguna alternativa que  nos ayude a salir.

Estamos bregando por la unidad de la CGT en Bahía Blanca, por más que haya distintas opiniones, el contexto amerita. Hay ciertas similitudes con la década del 90, que asustan. Aunque antes hubo un «dejar hacer», ahora hay otra conciencia. Desde la UOM, deseamos que a este gobierno le vaya bien, pero expresamos nuestro desacuerdo en muchas cosas que nos parece que están mal y hacen mal al pueblo trabajador.