En el marco de la Campaña Mundial A Limpiar el Mundo, el sábado 4 de noviembre se realizará la 7º edición del Censo y Limpieza de Playas. La convocatoria será en el Balneario Maldonado o en la Estación Aguará de General Cerri, siendo una actividad gratuita con inscripción previa.

La iniciativa se desarrolla desde el año 2016, a partir de un taller realizado en Mundo Marino, en San Clemente de Tuyú. En ese momento, varias organizaciones gubernamentales y no gubernamentales a lo largo de la costa de la Provincia de Buenos Aires, se reunieron para abordar la problemática de basura marina, y de desechos sólidos urbanos que llegan a las playas.

La directora del Museo de Ciencias de Bahía Blanca, Liliana Descanio, contó: “Al momento de enumerar acciones que se podrían proponer de manera mancomunada y a fin de concientizar a la población sobre esta problemática, coincidimos en la realización del Censo de Playa”, e indicó que ya se había registrado uno a nivel nacional diez años antes.

“El Museo de Ciencias, presente en ese taller de origen, ha estado presente también en cada uno de los años, a excepción del de la pandemia, en que se llevó a cabo el Censo. Su papel es el de divulgación de la problemática de la basura marina, siendo que el ambiente es uno de los temas claves para el Museo, tratándolo como eje transversal a lo largo de todas sus actividades. No sólo en las salas de nuestra exposición permanente, sino en diferentes talleres y charlas con niños y adultos y con la comunidad educativa”, explicó, en comunicación con El Digital de Bahía.

Información para el presente y futuro

El Censo tiene una metodología que se repite a lo largo de todos los puntos de la costa bonaerense, lo cual brinda viabilidad estadística a los resultados obtenidos. En general, si la fisonomía de la playa lo permite, se hace un barrido, con las y los censistas uno al lado del otro en todo su ancho, recorriendo la playa a lo largo.

En Bahía Blanca, donde el estuario no es recto, y las playas no son anchas, las personas encargadas de hacer los registros van distribuidos más aleatoriamente: “De todos modos, uno de cada grupo es el que va registrando los datos, mientras los otros recogen la basura y las colocan en bolsas con sus respectivas etiquetas”, explicó Descanio.

Cada grupo, de cada lugar de la costa, utiliza la misma metodología, por lo cual los datos recabados constan de validez estadística y pueden ser utilizados para diferentes fines, más allá de la educación ambiental. Por ejemplo, son acercados a las diferentes esferas del gobierno para tomarlos de base al momento de redactar normas, ordenanzas e incluso leyes, como fue el caso de la prohibición del uso de sorbetes plásticos en parte de la costa bonaerense.

“Siempre digo que la importancia de participar en este tipo de actividades tiene su base en el vivenciar la realidad, tomar conciencia del problema, hacerse cargo de sus errores y tratar de encontrar solución aun con pequeñas acciones. Hay que presenciarlo, hay que vivirlo. Sobre todo, cuando se les explica cómo afectan todos estos residuos a la vida marina. Por suerte cada vez es más la gente que quiere sumarse a este tipo de actividades”, afirmó la referente. En esta oportunidad, la iniciativa presentó la inscripción de forma voluntaria, a modo de formulario Google.

Respecto a las expectativas por la propuesta que se llevará a cabo el sábado 4 de noviembre, la directora anticipó: “Creemos que va a ser una muy buena jornada. Al día de hoy contamos con treinta voluntarios, más el personal de las diferentes instancias gubernamentales que organizan. Acabamos de hacer esta mañana y tarde dos capacitaciones comentando los diferentes lugares a censar, la metodología de trabajo, estuvimos viendo las planillas que usarán, lo que tienen que llevar y con que se van a encontrar. Siempre resultan ser, además de cansadoras, jornadas donde ese cansancio se ve nublado por la felicidad de saber que estamos contribuyendo con algo al cuidado de nuestro medio, en este caso el marino”.