Bajo la dirección de Claudia González, la Compañía Flamenca recorre la ciudad con una interesante propuesta de música y danza en vivo, con el objetivo de revalorizar aquella cultura ancestral.

Hablar de flamenco, refiere obligadamente a España y a la región de Andalucía específicamente. “En el país hay dos tendencias: la parte más regional, que es lo que se baila por tradición, que viene de generación en generación, y la zona donde pasaron los gitanos y los árabes, que fueron desterrados de sus tierras, lo que dio lugar a una mezcla que hizo crecer al folklore, con una magia nutrida por otras culturas que lo convirtieron en algo único”, comenzó la directora del grupo.

En ese sentido, dicho género musical nació del canto de los oprimidos. “En el puerto, en las cuevas donde los gitanos cantaban a sus dioses en silencio. Luego, se le agrega la guitarra y, por último, el baile. Tiene ese proceso, y esa evolución que me hace acordar al tango, con sus letras pasionales, que rememoran el dolor desde un lugar poético que lo hace tan bello”, afirmó.

A través del arte

“En la compañía intentamos volver a la raíz de las tradiciones flamencas y hacer palos flamencos, pero nuestra investigación desde hace un tiempito está enfocada en saber si la cultura española cuando vino a América fue también conquistadora, o América influyó mucho en la cultura española”, explicó.

En ese camino descubrieron canciones, bailes y cantes de ronda, que tienen que ver con el encuentro de las familias en las cocinas. “Al momento de cocinar, se cantaba, entonces las cucharas, las ollas, los morteros, la misma mesa, era parte de la percusión. Los elementos más primitivos fueron los que le pusieron musicalidad a los cantes. Por eso, intentamos rescatar, más allá de hacer conocer el flamenco desde la música y la danza, el lazo que hay entre varias culturas”, dijo.

La última puesta en escena creada por el grupo se llama ‘Fragua’: “Porque en las fraguas de España nacen los primeros cantes, los más profundos, hondos y sentido. Pero en España, en general, las canciones y danzas tradicionales, nacen desde las cocinas de los pueblos, de la reunión familiar. En nuestro espectáculo tenemos esas dos miradas”, explicó.

Un proyecto que crece

La Compañía Flamenca está conformada por Mercedes Almaraz, en el cajón; Gustavo Barroso, en violín; Carolina Gestoso, en cante; Alfredo Obiol, en guitarra; y Claudia en cajón y baile. Además, las bailaoras: Laura Baccelli, Alejandra Geraldi, Carolina Maugeri, Micaela Carbajo, Belén Duval Fernández, Melisa Ramírez, Natalia Echeverz y Amparo Martínez González. “Pronto se nos acoplara al proyecto Juan Bautista Sánchez en guitarra, y siempre hay artistas invitados a los coros y voces”, valoró.

Si bien trabajan desde el año 2019, anteriormente varios de los y las integrantes participaron en otros grupos donde también se hacía flamenco. “Muchos se han disuelto por la falta de guitarristas, que son difíciles de conseguir. Con la cantaora y la percusionista, nos conocemos hace muchos años y siempre nos unió esta inquietud de apostar a la música en vivo y hoy, a nivel local, somos la única que lo hace”, detalló.

Claudia Gonzáles piensa en la iniciativa como algo móvil, que se adapte a donde los llamen y sea accesible a acompañar distintos momentos, eventos y lugares. “Espero que todo el mundo pueda conocernos. Queremos salir más a la ciudad, ser más populares, y dar a conocer la música y danza que hacemos. Estamos abiertos y predispuestos a estar y participar de eventos tanto privados como culturales de la ciudad”, finalizó.

Quienes quieran conocer más sobre la Compañía Flamenca, sus integrantes, presentaciones, propuesta y, o contactarlos y contactarlas, pueden visitar su Instagram.