Vicky López y Nico Gladky son de esas personas que tienen la mitad del corazón humano, y la otra que late por y para los animales. Por eso, impulsan un proyecto que busca ayudar a muchos gatos bahienses y concientizar respecto a la importancia de adoptarlos de forma responsable.

Bajo el nombre House of Michis, la iniciativa nació en septiembre del 2019 tras la llegada de Churry a la familia que empezarían a construir, a la que completan Torko, Porota y la energía de Thelma. “Ese año empezamos a salir y se dio el rescate de nuestro segundo gato. Nico trabaja en la calle por lo que está todo el tiempo viendo el abandono que tienen los animales. Así fue como empezó”, dijo Vicky.

La iniciativa, que no es un refugio, trabaja en red con otras personas que también fomentan la idea de que cualquiera puede involucrarse con la idea de darle una vida mejor a los abandonados. “Tenemos gente que nos hace tránsito, es decir, el lugar a donde van los gatitos que no es un hogar definitivo; y difundimos cuando se pierde un gato o los que están listos para ser adoptados, de otras agrupaciones. Estamos todos conectados”, explicó.

Asimismo, la información y educación sobre la tenencia responsable son dos de los motivos que promueve el proyecto. “Nuestro objetivo principal es que cada vez más michis encuentren un hogar. Pero, al mismo tiempo, lo que hacemos es generar consciencia para empezar a cambiar nuestra relación con los felinos, porque es una especie que recién ahora se está empezando a estudiar. Hay muchos conceptos errados que tenemos sobre los gatos como, por ejemplo, que tienen que salir a pasear por los techos”, afirmó.

En la actualidad, House of Michi, trabaja con una colonia que está en la calle Villarino. “Una colonia es un conjunto de gatos ferales, salvajes, que habitan un espacio. Lo que hacemos es, con la trampera, rescatarlos. En algunos casos, si son chiquitos los damos en adopción y a los grandes los castramos. Tratamos que se den las adopciones, pero la gente no adopta gatos adultos, por lo que los liberamos. Esa es la parte más difícil, pero el gato cuanto más grande es, más desconfianza le tiene al humano”, contó.

Acciones de corazón

Una de las mejores maneras con las que se puede colaborar con el proyecto bahiense es a través de la difusión de su tarea y “por supuesto que la donación económica, de alimento y piedritas también ayuda. Además tenemos una campaña que consiste en reciclar bolsas vacías de alimentos. Es decir, por cada diez que juntemos de las marcas Fawna, Old Prince y Kongo, algunas veterinarias nos dan una bolsa de alimento”, detalló.

“Lamentablemente todavía no hay una política pública que respalde lo que hacemos los rescatistas. Todas las personas que nos dedicamos a esto, lo hacemos de forma voluntaria. Particularmente nos involucramos porque creemos que los gatos nos rescatan a nosotros. Es como una deuda que tenemos con ellos. Nosotros lo vivimos así. Nos solventamos con nuestros recursos y donaciones de la gente, que son fundamentales para poder mantenerlo”, agregó.

La suma de voluntades a la tarea es la ayuda más importante que los y las vecinas pueden brindar: “Esto lo puede hacer cualquier persona que tenga voluntad. Estaría bueno empezar a ser parte de un cambio macro y no reducido a algunas personas. Cuanto más se involucren, menos animales van a estar en situación de abandono. Y como aprendimos que el acompañamiento humano es fundamental, que nos contacten y consulten lo que necesiten. Espero que se sume más gente a colaborar. Todo esto es por y para los michis”, finalizó.

Quienes quieran conocer más sobre el proyecto o contactarse con Vicky y Nico pueden visitar su Instagram y, o escribirles un mensaje privado. Allí también encontrarán a los gatos que esperan por un hogar, y en las historias destacadas toda la información para acercar las bolsas de alimentos vacías. Además, para las donaciones, los chicos cuentan con un alias de Mercado Pago: houseofmichis.mp.