La historia que conoceremos hoy, y que da cuenta de desarrollos que forman parte de la identidad local y nacional, tiene que ver con el dulce de leche: Un patrimonio cultural alimentario y gastronómico.

Desde el año 2015, Maximiliano Barral y Mayra Valenzuela llevan adelante Cubanitos Palihue: “Ofrecemos cubanitos clásicos, bañados blancos y negro; garrapiñadas y pochoclos, que no hacemos nosotros por falta de tiempo; dulce de leche; y hace poquito agregamos alfajores y conitos rellenos con dulce de leche”, comenzó Maxi.

Bajo un nombre que refiere al barrio donde se gestó todo, Palihue, el proyecto comenzó tras el regreso de la familia a la ciudad. “Estábamos en Villa Ventana. Teníamos la idea de ponernos una fábrica de pastas, ya habíamos comprado algunas máquinas manuales, pero mi señora, que se vino un tiempo antes, encontró un carrito de cubanitos en venta”, recordó.

Y, siguiendo esa línea, agregó: “Le dije que era una locura, porque ya teníamos el otro proyecto planificado. Igualmente lo compró. Una vez que llegamos, devolvimos las otras máquinas, nos devolvieron el dinero, alquilamos y nos quedamos con dos mil pesos en el bolsillo. El carrito tenía que funcionar sí o sí. Así arrancamos”.

Un producto de calidad

La iniciativa comenzó comprándole a la empresa La Vaquita. “Un día nos citó una persona, porque quería vender nuestros productos en el shopping. Tenía todo muy estudiado. Yo estaba muy entusiasmado porque queríamos hacer crecer el negocio, pero a mi señora había algo que no le cerraba. Así que le dijimos que no”, dijo.

En esa búsqueda de crecimiento, se cruzaron con una máquina que les permitiría comenzar a hacer sus propias elaboraciones y no dudaron en comprarla. “Teníamos la plata, sacamos los pasajes y nos fuimos con el dinero encima a comprarla. Una locura, pero de esa manera empezó la etapa de producción propia”.

“Cuando agarramos el carrito cambiamos el chocolate y fue un éxito. Cuando empezamos a fabricar, se produjo otro cambio muy brusco. Hoy vendemos entre 120 y 150 cajas por mes. Cada una trae 400 cubanitos. La gente nos sigue un montón. El dulce de leche es el mejor que he probado y los cubanitos son ricos, pero no sé si son los mejores”, afirmó.

Para finalizar, reconoció que emprender tiene sus altibajos, pero ello no les impide las ganas de seguir creciendo. “Nuestro objetivo es abrir más negocios. Tenemos un problema de producción, porque no llegamos, que es lo que estamos tratando de solucionar. Queremos crear una franquicia accesible a cualquier persona”.

A los productos de Cubanitos Palihue, se los puede encontrar en Cerrito & Kennedy, de 15 a 19 hs, y en Lamadrid 111, de 14:30 a 19:30 hs. Por consultas o pedidos, comunicarse a través del Instagram o al WhatsApp 291 4723342.